Unos 30 presos de la prisión militar que Estados Unidos tiene en Guantánamo padecían enfermedades psiquiátricas y pasaron largos años en prisión antes de ser devueltos a sus países de origen. Según revelan documentos filtrados por Wikileaks a los que tuvo acceso el diario español El País, muchos intentaron suicidarse y al menos tres lo lograron.
El diario español detalla el caso de Modulá Abdul Raziq, de 40 años, un preso que consumía sus propias heces y embadurnaba con excrementos su cuerpo desnudo en una celda de Guantánamo.
Es uno de los detenidos que menos tiempo permaneció en el penal y fue transferido a Afganistán en septiembre de 2002. Logró la libertad no porque los norteamericanos reconocieran su equivocación, sino porque su lamentable estado psiquiátrico "dificulta o imposibilita obtener información durante los interrogatorios", según señala un informe secreto en el que el general de brigada Michael R. Lehnert, del cuerpo de Marines de Estados Unidos, pide su repatriación a Afganistán.
Los documentos secretos de WikiLeaks revelan que pese a los problemas mentales que presentaban los presos, pasaron años en la cárcel a la espera de ser trasladados a sus países de origen.
El País también cuenta que el caso de Modulá Abdul se convirtió en un problema para los guardianes de Guantánamo. "El detenido 356 es un problema de seguridad en el campo Rayos X donde sus acciones agitan a otros detenidos y obligan al personal a centrarse en él. (…) Recomiendo que sea trasladado del campo y repatriado a Afganistán para que sea tratado por las propias agencias (de inteligencia) de su país”, revelan los documentos secretos.
Entre estos presos con desequilibrios mentales hubo decenas de intentos de suicidio, algunos de los cuales se concretaron. Según datos de WikiLeaks difundidos ayer, un gran número de detenidos que pasó por Guantánamo era inocente o no implicaba un riesgo para la seguridad.
En cifras, EE.UU. determinó que 83 presos no suponían absolutamente ningún riesgo, y que otros 77 era “improbable” que sean una amenaza para el país.
Entre los casos más bochornosos de detenidos sin justificación alguna, según los expedientes entregados por WikiLeaks a una serie de periódicos figura un anciano de 89 años con demencia senil y depresión cuyo pecado fue vivir en Afganistán en una casa donde había un teléfono satelital; un padre que iba al frente talibán a buscar a su hijo; un comerciante que viajaba sin documentos; un hombre que hacía dedo; un adolescente de 15 años, violado por los talibán.
El campo de prisioneros de Guantánamo fue abierto por George W. Bush en enero de 2002. Llegó a tener 779 detenidos a mediados de 2003. Hoy alberga a 172.
Los documentos filtrados muestran cómo EE.UU. mantuvo detenidos por años y sin evidencias a muchos de los presos mientras que soltaba a otros que suponían una grave amenaza.
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