Llegar a fin de año y asumir que un hijo no pasó de curso debe ser una situación complicada para cualquier padre. Sobre todo porque a nivel social la repitencia se ve como algo negativo, que sólo le pasa a los alumnos flojos y que se han farreado los estudios durante todo el año. Pero eso no siempre es así.
A juicio de Luis Pincheira, psicopedagogo de Clínica Santa María, el tema de la repitencia escolar no puede hablarse en términos genéricos, ya que cada caso es único e incluso en ocasiones volver a hacer un curso es aconsejable para ciertos estudiantes. Un ejemplo son los niños o adolescentes que presentan cierto grado de inmadurez, y que luego de ser evaluados por profesores y especialistas, se determina que no es recomendable promoverlo de curso.
"En ese caso a veces la familia se resiste porque la repitencia se ve como algo punitivo, que se va a perder el año (...) Yo creo que no hay que verlo desde ese punto de vista", sostiene el psicopedagogo.
También está el caso en que un alumno pasa el año con promedios mínimos, debido a que -según Pincheira- su profesor hizo vista gorda al problema y en el curso superior deberá enfrentar más exigencias que, obviamente, no podrá aguantar. "Ahí el niño evidentemente que va a fracasar porque el colegio, el profesor o la educadora no hizo un proceso profesional para analizar el caso y haber dicho: 'Este niño tiene promedios mínimos y vamos a sugerir a los padres la repitencia'", señala el especialista.
El psicopedagogo considera que situaciones como la anterior ocurren porque actualmente la repitencia escolar es un tema grave, que por un lado para los colegios subvencionados significa una vacante y una ayuda menos, y por otro implica justificar ante el Ministerio de Educación y las autoridades el por qué un alumno no fue pasado de curso. "Entonces, en muchos casos los niños son promovidos con promedios mínimos", afirma.
Y también existe el clásico caso en que un niño o adolescente está desmotivado, no quiere estudiar, "y evidentemente el sistema le pasa la cuenta y debe repetir".
Cualquiera sea el caso, Luis Pincheira asegura que en el tema de la repitencia los profesionales de la educación también deben hacerse responsables y tienen que dejar de echarle siempre la culpa a los alumnos. "Yo siempre he dicho: nosotros los profesores somos los culpables a veces cuando un niño repite, porque somos los técnicos, y los que debiéramos dar las luces adecuadas y las orientaciones correctas en el tiempo correcto", enfatiza.
Por esta razón, el psicopedagogo entrega algunas estrategias para que los padres que tienen a algún hijo repitiendo, enfrenten de mejor manera la difícil situación. Aquí están:
1.- El colegio y los profesores deben valorar más a la persona (alumno) y no tanto a los conocimientos. "Yo creo que hoy día nos estamos pasando de la raya de trabajar con los niños desde un punto de vista de los números, elitista, de trabajar con los cuadros de honor y al resto no se le toma en cuenta", sostiene Luis Pincheira.
2.- El colegio tiene que hacer un análisis profundo antes de hacer una propuesta de repitencia."En algunos colegios yo creo que se hace eso responsablemente y en otros colegios yo creo que no se hace. Y eso es muy doloroso, porque no se trabaja técnicamente antes de tomar la decisión", afirma el psicopedagogo, y agrega que el recinto educacional tiene que orientar a los apoderados. "Cuando eso no se hace, y se utiliza la espada de Damocles y se culpa al niño o al adolescente, no es justo", afirma.
3.- Los padres no deben ver la repitencia como algo negativo y pensar que hay que castigarla."Puede haber muchas variables dentro de la emocionalidad de los jóvenes o de los niños, y uno no sabe qué pasa con ellos", señala el especialista. Por esta razón, descarta que el castigo sea el camino correcto.
4.- El colegio debe plantear a la familia del repitente un reforzamiento pedagógico y psicopedagógico según amerite el caso. En este sentido, Luis Pincheira es enfático en afirmar que es el establecimiento educacional el que tiene que idear una forma de solucionar el asunto y no son los padres los que deben buscar ayuda profesional por fuera.
5.- Dependiendo del caso, el alumno repitente debe recibir apoyo de especialistas (psicólogos, psicopedagogos, profesor diferencial, etc.). "Si el niño está en una etapa de rebeldía, sobre todo los adolescentes, y eso le produce desmotivación en el colegio, evidentemente que ese alumno repitente tiene que tener una terapia psicológica para recuperar su autoestima para que después vuelva a su colegio (...) Y si el colegio ya no lo recibe, prepararlo para el desafío de un nuevo colegio", plantea el psicopedagogo. Asimismo, añade que durante las vacaciones es importante que el niño o adolescente que repitió refuerce algunos contenidos y retome el entusiasmo por el aprendizaje.
6.- Considerar un eventual cambio de colegio si es que el nivel de exigencia del establecimiento en que se encuentra no es acorde a las capacidades del niño. "Muchos niños a veces se encuentran en colegios porque los padres fueron ex alumnos y ese niño o esa niña no tiene las capacidades para rendir en ese colegio de acuerdo a las exigencias", afirma Luis Pincheira. En el caso de los colegios bilingües, el especialista recomienda primero privilegiar la lengua materna. "Hay muchos alumnos hoy día que están en colegios que no les corresponden de acuerdo a las exigencias y por eso que se producen estas repitencias", asegura.
7.- Cuando hay una repitencia, todos los actores (padres, profesores, etc.) deben hacer una evaluación conjunta del caso y desde ahí construir algo positivo sin pensar en lo negativo. "Yo creo que hay que ir despejando esa visión que hoy día existe a nivel de colegio de que el niño que repite es un fracaso. Un niño que repite puede que haya fracasado en ciertas asignaturas y no le dio el promedio de acuerdo a la ley, pero no significa que no haya aprendido", concluye el psicopedagogo.
"En ese caso a veces la familia se resiste porque la repitencia se ve como algo punitivo, que se va a perder el año (...) Yo creo que no hay que verlo desde ese punto de vista", sostiene el psicopedagogo.
También está el caso en que un alumno pasa el año con promedios mínimos, debido a que -según Pincheira- su profesor hizo vista gorda al problema y en el curso superior deberá enfrentar más exigencias que, obviamente, no podrá aguantar. "Ahí el niño evidentemente que va a fracasar porque el colegio, el profesor o la educadora no hizo un proceso profesional para analizar el caso y haber dicho: 'Este niño tiene promedios mínimos y vamos a sugerir a los padres la repitencia'", señala el especialista.
El psicopedagogo considera que situaciones como la anterior ocurren porque actualmente la repitencia escolar es un tema grave, que por un lado para los colegios subvencionados significa una vacante y una ayuda menos, y por otro implica justificar ante el Ministerio de Educación y las autoridades el por qué un alumno no fue pasado de curso. "Entonces, en muchos casos los niños son promovidos con promedios mínimos", afirma.
Y también existe el clásico caso en que un niño o adolescente está desmotivado, no quiere estudiar, "y evidentemente el sistema le pasa la cuenta y debe repetir".
Cualquiera sea el caso, Luis Pincheira asegura que en el tema de la repitencia los profesionales de la educación también deben hacerse responsables y tienen que dejar de echarle siempre la culpa a los alumnos. "Yo siempre he dicho: nosotros los profesores somos los culpables a veces cuando un niño repite, porque somos los técnicos, y los que debiéramos dar las luces adecuadas y las orientaciones correctas en el tiempo correcto", enfatiza.
Por esta razón, el psicopedagogo entrega algunas estrategias para que los padres que tienen a algún hijo repitiendo, enfrenten de mejor manera la difícil situación. Aquí están:
1.- El colegio y los profesores deben valorar más a la persona (alumno) y no tanto a los conocimientos. "Yo creo que hoy día nos estamos pasando de la raya de trabajar con los niños desde un punto de vista de los números, elitista, de trabajar con los cuadros de honor y al resto no se le toma en cuenta", sostiene Luis Pincheira.
2.- El colegio tiene que hacer un análisis profundo antes de hacer una propuesta de repitencia."En algunos colegios yo creo que se hace eso responsablemente y en otros colegios yo creo que no se hace. Y eso es muy doloroso, porque no se trabaja técnicamente antes de tomar la decisión", afirma el psicopedagogo, y agrega que el recinto educacional tiene que orientar a los apoderados. "Cuando eso no se hace, y se utiliza la espada de Damocles y se culpa al niño o al adolescente, no es justo", afirma.
3.- Los padres no deben ver la repitencia como algo negativo y pensar que hay que castigarla."Puede haber muchas variables dentro de la emocionalidad de los jóvenes o de los niños, y uno no sabe qué pasa con ellos", señala el especialista. Por esta razón, descarta que el castigo sea el camino correcto.
4.- El colegio debe plantear a la familia del repitente un reforzamiento pedagógico y psicopedagógico según amerite el caso. En este sentido, Luis Pincheira es enfático en afirmar que es el establecimiento educacional el que tiene que idear una forma de solucionar el asunto y no son los padres los que deben buscar ayuda profesional por fuera.
5.- Dependiendo del caso, el alumno repitente debe recibir apoyo de especialistas (psicólogos, psicopedagogos, profesor diferencial, etc.). "Si el niño está en una etapa de rebeldía, sobre todo los adolescentes, y eso le produce desmotivación en el colegio, evidentemente que ese alumno repitente tiene que tener una terapia psicológica para recuperar su autoestima para que después vuelva a su colegio (...) Y si el colegio ya no lo recibe, prepararlo para el desafío de un nuevo colegio", plantea el psicopedagogo. Asimismo, añade que durante las vacaciones es importante que el niño o adolescente que repitió refuerce algunos contenidos y retome el entusiasmo por el aprendizaje.
6.- Considerar un eventual cambio de colegio si es que el nivel de exigencia del establecimiento en que se encuentra no es acorde a las capacidades del niño. "Muchos niños a veces se encuentran en colegios porque los padres fueron ex alumnos y ese niño o esa niña no tiene las capacidades para rendir en ese colegio de acuerdo a las exigencias", afirma Luis Pincheira. En el caso de los colegios bilingües, el especialista recomienda primero privilegiar la lengua materna. "Hay muchos alumnos hoy día que están en colegios que no les corresponden de acuerdo a las exigencias y por eso que se producen estas repitencias", asegura.
7.- Cuando hay una repitencia, todos los actores (padres, profesores, etc.) deben hacer una evaluación conjunta del caso y desde ahí construir algo positivo sin pensar en lo negativo. "Yo creo que hay que ir despejando esa visión que hoy día existe a nivel de colegio de que el niño que repite es un fracaso. Un niño que repite puede que haya fracasado en ciertas asignaturas y no le dio el promedio de acuerdo a la ley, pero no significa que no haya aprendido", concluye el psicopedagogo.
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