Que Liga Deportiva Universitaria es un gran equipo no hay duda, su palmarés internacional desde el año 2005 a la fecha abruma: tres torneos nacionales (Apertura 2005, 2007 y 2009), dos internacionales (Libertadores 2008, Sudamericana 2009) y algunos lauros adicionales que son producto de las copas ganadas.
Pero falta mucho para llamarlo “Rey de Copas” como se autodenominan junto a Olimpia de Paraguay –muy venido a menos y tratando de retomar prestigio bajo la conducción de Pelusso- o el otrora enorme campeón Independiente de Avellaneda con sus siete Libertadores y dos Intercontinentales.
Pero como el tiempo no pasa en vano Liga es un equipo que viene sosteniéndose en figuras que han envejecido y a quienes les debe pesar mucho el carnet a esta altura de la temporada escaseando figuras jóvenes entre sus titulares.
Ejemplo de lo anterior es una gloria del fútbol ecuatoriano como Ulises de la Cruz (37) con posibilidades de recuperarse de una lesión y estar como alternativa en la final, los defensas Reasco (34), N. Araujo (33), Ambrosi (31), Caicedo (30) y Guagua (30), sus volantes -un punto muy fuerte de su tinglado futbolístico- Urrutia (33), Vera (32), W. Araujo (32), el “equi” González (31), Gámez (30) y el delantero Calderón (34) completan el cuadro. Un equipo completo “senior” utilizando nuestra jerga futbolera de Ligas chilenas.
En este escenario, y el juego de la U nuestra que presenta fortalezas en la dinámica y ritmo que son armas letales en la altura, la duda es si una vez equilibrado el juego la U puede sostener en la altura de Quito por mayor tiempo que LDU la intensidad del juego. O sea correr y jugar bien los noventa y cinco minutos del partido. Ya vimos a jugadores de Vasco da Gama en Rio promediando el segundo tiempo tomando aire exhaustos producto del virulento y rápido juego de la U.
El balón es otro problema y que puede ser mayor, más liviano aún y con trayectorias que cambian en el aire puede costar controlarlo para jugar corto y provocar una gran contingencia si no se hace una buena aproximación al cabezazo defensivo o si no llega a las manos hasta ahora seguras de Herrera; además la tentación de meter un fierrazo sorpresivo desde fuera del área puede encontrar con fortuna alguna las esquinas del marco de Johnny.
Otra clave es el juego de mediocampo y la velocidad con que se hagan las coberturas en la zaga azul, la U generalmente ha estado bien parada con un hombre libre atrás; una vez aguantado el chaparrón inicial de Liga –si salen ellos a buscar el desequilibrio al comienzo de cada tiempo- el partido comenzará a transitar por la zona de equilibrio y a estirarse pensando en los dos tiempos de noventa minutos y la definición por acierto o error letal.
El control y buen juego del balón serán un aspecto central, mientras más tiempo tenga el balón la U y más deban correr los albos tras de él, más pesará el desgaste físico de un equipo favorito en la altura de Quito pero que ya presenta una serie de lesionados sin haber priorizado su competencia local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario