“En todas las especialidades -no solo en la de salud mental- las mujeres se enferman más y los hombres se mueren más. Es una mezcla entre factores culturales y biológicos”, asegura el jefe de la Unidad de Psiquiatría de la Clínica Alemana, Alejandro Koppmann, quien agrega que en su ámbito, quejarse, sentirse mal y buscar ayuda son hechos que se les permite, socialmente, más a ellas que a ellos.
Es que además de tener que lidiar con los prejuicios de creer que la gente los mirará como “locos” por acudir a terapia y tomar fármacos -algo que afecta a ambos sexos por igual-, muchos hombres criados al estilo de “los hombres no lloran”, podrían sentirse débiles o hasta extraños, al darse cuenta y asumir que están teniendo algún problema con su personalidad.
A ellos, el doctor aclara que, si bien, como parte natural de la vida, hay altos y bajos que hacen variar el estado de ánimo, es importante acudir a un especialista cuando los síntomas que acompañan una depresión, sean persistentes y se vayan haciendo más intensos con el paso de los días. Tanto así, que comiencen a afectar la rutina diaria, la relación con los demás y la capacidad de concentración o de recordar cosas.
Por ejemplo, “la pena normal no interfiere con la actividad normal de la persona a diferencia de lo que ocurre con una sensación patológica, por intensidad o duración”, explica Koppmann.
Para tener un mapa más claro de cuáles son los malestares que pueden aparecer en un hombre que sufre depresión, el sitio Health.com publicó los síntomas más frecuentes por los que acuden ellos antes de ser diagnosticados.
Los principales son la fatiga y los problemas al dormir. El habla, los movimientos y los procesos mentales pueden desarrollarse más lentos de lo normal. Asimismo, puede haber insomnio o, incluso, exceso de sueño, por más que se duerman hasta doce horas diarias.
Las personas deprimidas también se sienten mal físicamente. Por eso no es extraño que sientan dolores estomacales o de espalda o cabeza de forma crónica. A esto se le suma el abuso de drogas o alcohol, que es un claro reflejo de esta enfermedad. “Esto puede ocurrir en hombres y mujeres, pero el uso (de sustancias) para ocultar sentimientos incómodos es una manera que muchos hombres usan, en vez de buscar atención médica”, señaló Ian A. Cook, profesor de psiquiatría de la Universidad de California.
Cook también menciona la irritabilidad e ira, como síntomas de depresión. Las diferencias entre ambos es que el primero es netamente mal humor, y el segundo, agresividad, que, en varios casos, aparece como respuesta masculina -de querer mostrar fuerza y virilidad-, ante un sentimiento que les hace sentir frágiles.
Por otro lado están el estrés y ansiedad, que son dos aspectos comunes en hombres y mujeres que sufren depresión. Sin embargo, para ellos es mucho más fácil indicar a su entorno, y hasta a un médico, que se sienten estresados o temerosos, antes que admitir que se sienten constantemente tristes, aseguró Cook.
Otros síntomas que menciona el sitio web son la indecisión y la falta de concentración. “Yo describiría la depresión como una forma de falla cerebral reversible (...) Como si su CPU no funcionara correctamente”, aseguró a Health.com otro psiquiatra, Norman Sussman.
Y dado este último punto, no es extraño que se vea perjudicada la vida sexual. La disfunción eréctil y la falta de libido también son señales que, acompañadas de otros síntomas ya explicados, pueden ser una alerta de que se está ante una depresión. Por otro lado, estos hechos también pueden ser una reacción a los fármacos del tratamiento para salir de la enfermedad.
Por último, se mencionan los pensamientos suicidas como una señal evidente de que se debe buscar ayuda a la brevedad.
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