El desencanto hecho una pintura. Claudio Borghi inmóvil en la zona del banquillo con las manos en los bolsillos, observando a sus pupilos en la derrota. Jorge Valdivia destrozado y el resto con las miradas perdidas. El final en San Juan, con una multitud de chilenos aturdidos e incrédulos y los jugadores venezolanos celebrando una hazaña, sintetizan el doloroso adiós rojo del certamen.
Esta generación de seleccionados chilenos, la mejor para muchos a lo largo de la historia, tenía la apuesta máxima a nivel continental. Y despedirse frente a Venezuela es la peor condena.
Chile reflejó en la primera parte de ayer sus peores pecados: ripios en la estrategia y rendimientos individuales irregulares. Un equipo que quería proponer, pero no podía y que necesitaba que le mojaran la oreja para reaccionar de verdad, tal como lo hicieron México y Uruguay en la fase grupal. Oswaldo Vizcarrondo ganó un cabezazo aéreo, tras un tiro libre de Juan Arango, y la Roja empezó cuesta arriba.
Un gravitante Valdivia en el complemento lideró la furia de Chile en busca del empate. El equipo tuvo pasajes demoledores y llegó a generar cinco ocasiones diáfanas de gol: a Mauricio Isla y Arturo Vidal les sacaron el gol en la línea, Humberto Suazo y el "Mago" remecieron el travesaño... "Chupete" rompió su sequía con un derechazo alto, tras centro de Alexis Sánchez.
Pero esto es alta competencia y los detalles te mandan al infierno. "Celia" cometió una infracción a 30 metros del arco, Arango le pegó al arco, Claudio Bravo dio un rebote maldito y Gabriel Cichero acertó un gol irremontable a 9' del final.
Chile pretendía revalidar la chapa que se ganó en el pasado. Ahora, con nuevo DT, refrendó un estilo, gustó a ratos, pero también desparramó desprolijidades, que dejan al equipo en la misma lista de espera, que ya lleva largos 95 años y no avanza.
"No me voy defraudado, porque el equipo ha jugado bien"
El duelo de ayer marcó a Claudio Borghi, ya que fue su primera derrota al mando de la selección chilena. A pesar de la caída, el "Bichi" hizo un buen balance de la actuación de sus jugadores y cree que Chile queda en buen pie para clasificar al Mundial de Brasil 2014.
Eso sí, sobre el encuentro asume que se encaró mal el inicio del juego: "El primer tiempo fue muy desprolijo de nuestra parte, teníamos pensado lo contrario, pero cuando comienzan las ansias de ganar como sea, todo se complica".
Sobre las ocasiones desperdiciadas, el ex DT de Colo Colo filosofó con calma. "Hay un dicho en el fútbol: cuando la pelota no quiere entrar, por más que insistas no va a entrar", explicó. Al ser consultado si el duelo se definió por la mala fortuna, aclaró que "no creo en la suerte. Uno es capaz o no de hacer cosas... Si te refieres a las últimas posesiones en la cancha y al contragolpe (del 2 a 1 de Venezuela), todos estaban en el ataque".
A pesar de la histórica derrota con la Vinotinto, Borghi cree que el saldo del certamen es favorable: "Es destacable que Chile atacó a pesar de ir abajo y que siempre buscó los partidos".
Sobre los balones detenidos, que le significaron tres de cuatro goles en contra en la Copa América, explicó que "no sólo en este partido lo hemos sufrido, la estatura de este equipo no es mucha y nos cuesta demasiado. En otras ocasiones hemos ganado por goles de cabeza. No hay de qué quejarse".
A la hora de las proyecciones, el argentino vio con buenos ojos el futuro. "El fútbol demostrado por Chile me deja tranquilo. Se va un buen equipo de la Copa, uno de los mejores. Tendremos que seguir trabajando para ver si seguimos mejorando en los campeonatos que nos quedan", añadió.
"De todos los que hemos jugado, si los dividimos por tiempo, sólo hemos jugado mal en uno, el primero de hoy. Los otros han sido partidos buenos. La gente dice que si no se sale campeón es una mala Copa, y nosotros creemos que hay muchos objetivos secundarios que se han cumplido. Me voy triste, pero no defraudado, porque el equipo ha jugado bien, ha tratado de tener buen fútbol y nunca se refugió".
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