BEIJING.- El número de muertos por el choque, ayer, de dos trenes de alta velocidad en el sureste de China ha ascendido a 35, incluidos dos extranjeros cuyas nacionalidades no han sido reveladas, mientras el de heridos se ha situado en 210, señaló hoy la agencia oficial Xinhua.
El accidente ocurrió a las 20:27 hora local del sábado (12:27 GMT) cuando el tren de alta velocidad D301, que cubría el trayecto entre Pekín (norte) y Fuzhou (sureste) chocó con la parte posterior del convoy que le precedía D3115, también de alta velocidad.
Éste último circulaba desde Hangzhou (sureste) a Fuzhou, en la misma dirección que el D301, pero había sido alcanzado por un rayo y había perdido tracción.
A consecuencia del choque, dos vagones del D3115 descarrilaron y cuatro del D301 cayeron del viaducto elevado del tendido, a una altura de unos 30 metros.
Tras el accidente, el Presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, pidieron que se hagan todos los esfuerzos necesarios en las operaciones de rescate, mientras que el viceprimer ministro Zhang Dejiang viajó a la localidad del siniestro para supervisar las labores de atención a las víctimas.El suceso obligó a suspender 21 trenes entre las ciudades de Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, y Fuzhou, capital provincial de Fujian, ciudades entre las que circulan 30 trenes de alta velocidad a diario.
El accidente se produce en un momento en el que se ha puesto en duda el desarrollo ferroviario de alta velocidad en China, después de que la mayor línea del mundo de este tipo, entre Beijing y Shanghái, se inaugurara el pasado uno de julio tras años de expectación.
En apenas tres semanas, esta línea ha sufrido tres averías y medio centenar de atrasos, además de haber tenido que reducir las frecuencias a causa de la escasez de viajeros en algunos trayectos, a lo que se añade el hecho de que el Ministerio de Ferrocarriles chino ha admitido un fuerte endeudamiento por los proyectos de alta velocidad. Sin embargo, Pekín sigue decidido a desarrollar la mayor red de alta velocidad del mundo, cuya extensión en kilómetros supera a todas las del resto del mundo juntas.
El accidente ocurrió a las 20:27 hora local del sábado (12:27 GMT) cuando el tren de alta velocidad D301, que cubría el trayecto entre Pekín (norte) y Fuzhou (sureste) chocó con la parte posterior del convoy que le precedía D3115, también de alta velocidad.
Éste último circulaba desde Hangzhou (sureste) a Fuzhou, en la misma dirección que el D301, pero había sido alcanzado por un rayo y había perdido tracción.
A consecuencia del choque, dos vagones del D3115 descarrilaron y cuatro del D301 cayeron del viaducto elevado del tendido, a una altura de unos 30 metros.
Tras el accidente, el Presidente chino, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, pidieron que se hagan todos los esfuerzos necesarios en las operaciones de rescate, mientras que el viceprimer ministro Zhang Dejiang viajó a la localidad del siniestro para supervisar las labores de atención a las víctimas.El suceso obligó a suspender 21 trenes entre las ciudades de Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, y Fuzhou, capital provincial de Fujian, ciudades entre las que circulan 30 trenes de alta velocidad a diario.
El accidente se produce en un momento en el que se ha puesto en duda el desarrollo ferroviario de alta velocidad en China, después de que la mayor línea del mundo de este tipo, entre Beijing y Shanghái, se inaugurara el pasado uno de julio tras años de expectación.
En apenas tres semanas, esta línea ha sufrido tres averías y medio centenar de atrasos, además de haber tenido que reducir las frecuencias a causa de la escasez de viajeros en algunos trayectos, a lo que se añade el hecho de que el Ministerio de Ferrocarriles chino ha admitido un fuerte endeudamiento por los proyectos de alta velocidad. Sin embargo, Pekín sigue decidido a desarrollar la mayor red de alta velocidad del mundo, cuya extensión en kilómetros supera a todas las del resto del mundo juntas.
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