Junto con los siete muertos por la explosión de una bomba horas antes en Oslo, son ya 92 las víctimas mortales por ambos ataques y la policía no descarta que la cifra siga aumentando.
Según la agencia de noticias NTB, 28 heridos estaban siendo tratados en el hospital Ullevål de Oslo, la mayoría con heridas graves que en algunos casos ponen en peligro sus vidas. 17 de ellos resultaron heridos en el atentado de Utøya y los otros 11 en el del barrio del gobierno en la capital.
La isla de Utoya, a 40 kilómetros de la capital noruega, se convirtió en el principal exponente de lo que el primer ministro, Jens Stoltenberg, calificó de "peor tragedia desde la Segunda Guerra Mundial" para el país.
Ahí irrumpió armado el viernes el presunto agresor, al que los medios noruegos identificaron como Anders Behring Breivik, y que sólo en la isla provocó una matanza con 85 víctimas mortales, según los últimos datos
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