The New York Times califica a Chico Trujillo como "una banda fiestera de clase mundial"

SANTIAGO.- Con la nutrida lista de artistas internacionales que se pasearon por los escenarios deLollapalooza Chile, no era fácil que un músico nacional pudiese salir de las sombras, pero Chico Trujillo definitivamente cruzó fronteras.

La banda de Villa Alemana causó tal furor en la despedida de la maratón musical que debutaba en Chile, que el prestigioso "The New York Times" le dedicó un elogioso comentario en su edición digital.

"Lollapalooza Chile me ha introducido a una banda fiestera de clase mundial: Chico Trujillo", comienza narrando la nota publicada por el medio estadounidense.

"La cumbia usualmente trota con calma, pero la versión de Chico Trujillo galopa", añade la reseña, que destaca cómo el grupo acaparó una masiva concurrencia en uno de los escenarios centrales emplazados en el Parque O'Higgins.

El grupo liderado por Aldo Asenjo recibió positivos comentarios por su mezcla de sonidos y un estilo vocal que a ratos lo acercaba incluso al hip hop.

"Una banda fiestera lo necesita todo, y Chico Trujillo lo tiene", concluye el análisis del grupo, que debió interrumpir una gira que realizaba precisamente por Estados Unidos para estar presente en la primera edición de Lollapalooza en nuestro país.

April 4, 2011, 1:09 AM

Lollapalooza Chile: A World-Class Party Band

By JON PARELES

SANTIAGO, Chile — Lollapalooza Chile has introduced me to a world-class party band: Chico Trujillo, a local favorite who had a huge crowd shouting along. Every party band needs a rhythm, and Aldo Asenjo, the band’s leader and singer, relies on cumbia, the beat heard in countless variations across Latin America. Cumbia often trots calmly, but Chico Trujillo’s version gallops, bounding along; now and then, the music switches into rumba, equally upbeat. Mr. Asenjo sings lyrics as chattery and percussive as some hip-hop, taking on the ups and downs of love and life, with his voice answered by chortling horns — did he borrow the arranging idea from ska bands? — and a tootling, circusy organ. Syncopation, momentum and a way of romping through pain — a party band needs them all, and Chico Trujillo has them.