Los ejercicios que duraron 20 minutos fueron los más extensos desde que el país comenzó el entrenamiento en 1975. La Agencia Nacional de Emergencia tenía previsto movilizar hasta unas 12 millones de personas en el simulacro.
Una docena de aviones de combate surcoreanos simularon incursiones aéreas mientras que un tren bala se desplazaba a una velocidad marcadamente lenta.
Bajo temperaturas gélidas, las sirenas de las alarmas aéreas se escuchaban a la distancia. Los funcionarios del gobierno y empleados de empresas privadas dejaron de trabajar y se dirigieron a los refugios en sótanos, estaciones de subterráneos y playas de estacionamiento. Las amas de casa recibieron instrucción de apagar su servicio de gas en sus cocinas.
Los temores de guerra en la dividida península coreana se han intensificado desde que lo rivales se dispararon andanadas de artillería el mes pasado a través de su frontera marítima occidental. Dos civiles y dos militares surcoreanos murieron como consecuencia del ataque, mientras que no se sabe si hubo bajas en el Norte.
Se trató del primer ataque de Corea del Norte contra civiles desde que concluyó la guerra coreana en 1950-53. Ambas Coreas se acusaron mutuamente de haber iniciado las provocaciones. El Norte afirma que Corea del Sur hizo disparos de artillería hacia sus aguas territoriales, mientras que Seúl afirma que disparó proyectiles hacia el sur, no hacia Norcorea, como parte de ejercicios de rutina.
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