El Senado ruso no ratificará el nuevo tratado de desarme nuclear START antes de que lo haga Estados Unidos, advirtió el presidente de la cámara legislativa de Rusia, Serguéi Mirónov.
"Si hay retrasos en el Senado estadounidense para la ratificación del tratado de desarme, entonces esperaremos", señaló Mirónov, citado por la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Al mismo tiempo, Mirónov expresó su confianza en que impere el sentido común y que el Presidente Barack Obama, convenza a los republicanos para que apoyen el tratado de reducción de arsenales estratégicos.
Ambas partes acordaron sincronizar antes de que acabe el año la ratificación del tratado, por lo que la Duma o cámara de diputados rusa, donde el partido oficialista Rusia Unida cuenta con dos tercios de los escaños, está a la espera de lo que ocurra en el Senado de EEUU.
Rusia está preocupada por los problemas que está encontrando el Senado norteamericano para ratificar el histórico acuerdo de desarme nuclear START, firmado por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y Obama en abril pasado en Praga.
"No sólo está en juego el tratado, cuya vigencia depende de su ratificación, sino, en especial, los avances en el reinicio de las relaciones bilaterales", afirmó Mijaíl Marguélov, jefe de la comisión de Exteriores del Senado.
El senador calificó de "sorprendente" las declaraciones del senador republicano, Jon Kyl, quien manifestó esta semana que no considera necesaria la ratificación del nuevo START antes de que acabe el año.
"Más sorprendente es que hace unos días la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el vicepresidente, Joe Biden, se reunieran con Kyl y respondieran a todas sus dudas", dijo.
Obama aseguró ayer que es "imperativo" para la seguridad nacional de EEUU y para el reinicio de las relaciones con el Kremlin que el Senado ratifique ese tratado antes de que acabe el año.
A finales de mayo, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, remitió a la Duma "el tratado sobre reducción de armas estratégicas ofensivas para su ratificación".
Antes de su firma, Medvédev advirtió que era "inadmisible" la situación que se produjo en tiempos soviéticos, cuando los acuerdos de desarme eran ratificados por la URSS, pero no por EEUU.
El tratado, que reemplazó al START de 1991, obliga a ambas potencias a recortar a 1.550 las cabezas nucleares y limitar a 800 el número de vectores para su lanzamiento.
Asimismo, limita para cada parte a 700 el número de misiles balísticos intercontinentales, misiles balísticos estratégicos en submarinos, y en aviones bombarderos estratégicos equipados con armamento nuclear.
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