El Pentágono dijo hoy que era muy pronto para discutir las formas en que militares de Estados Unidos puedan disuadir a Corea del Norte de un nuevo ataque, apenas pocas horas después de que el aislado Estado elevó las tensiones tras bombardear a una isla surcoreana.
El portavoz del Pentágono Dave Lapan dijo que no se habían trasladado más efectivos militares estadounidenses a la región luego del ataque y se negó a comentar sobre si las fuerzas del país en Corea del Sur se encontraban en estado de alerta.
En tanto, un comunicado de la Casa Blanca señala que el gobierno de Estados Unidos condena el ataque "en los más duros términos" y exigió el cese de la "acción agresiva".
Corea del Norte debe atenerse a las disposiciones del acuerdo de armisticio con Corea del Sur, insta el comunicado.
Washington está en estrecho y continuo contacto con sus aliados surcoreanos, subrayó además el portavoz Robert Gibbs. Estados Unidos está "profundamente comprometido" con la defensa y la preservación de la paz y la estabilidad en la región.
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