La Policía Militar de Río de Janeiro dio un ultimátum a los narcotraficantes escondidos en la favela Complexo do Alemao para que se rindan antes del anochecer de hoy o tendrán que enfrentar a centenares de policías y militares que sitian esa barriada.
"El plazo es hasta el final del día, cuando el sol se ponga. La decisión (de invasión) es de la Secretaría de Seguridad. Nosotros tenemos superioridad, equipamientos como visión nocturna para actuar por la noche. Si llega la orden, tomaremos este pedazo de tierra por la noche", dijo el portavoz de la Policía Militar, coronel Lima Castro.
Horas antes, una tanqueta del Ejército brasileño intentó adentrarse en la favela y los narcotraficantes atrincherados respondieron con un intenso tiroteo.
El vehículo blindado, del modelo EE-9 Cascavel, avanzó por el principal acceso a la favela, una calle empinada en la falda de un monte, seguido de un grupo de periodistas y fotógrafos, que tuvieron que dejar el lugar a la carrera con el inicio de los disparos.
El tiroteo, que duró unos minutos, aparentemente no dejó víctimas fatales.
Casi al mismo tiempo, un incendio cuyas causas se desconocen se desató en un comercio de la zona y una persona que resultó herida fue socorrida por vecinos, mientras los bomberos apagaban el fuego.
Las autoridades no han confirmado si el movimiento del blindado supone un amago de invasión de la favela, en la que permanecen cientos de criminales armados desde el pasado jueves, ni si se ha desechado ya cualquier esperanza de que los narcotraficantes se entreguen.
En la mañana de hoy el comandante de la Policía Militar de Río de Janeiro, coronel Mario Sergio Duarte, pidió hoy a los narcotraficantes que controlan el Complexo do Alemao que se rindan para evitar más violencia cuando entren los centenares de policías y militares que tienen cercado ese conjunto de favelas.
Hasta el comienzo de la tarde se había mantenido la calma, mientras se concedía tiempo a los integrantes del Comando Vermelho (Comando Rojo) para sopesar esa oferta de rendición, a la que, de momento, sólo se ha acogido un delincuente que atendió un pedido hecho por su propia madre.
De otro lado, las autoridades arrestaron hoy a un numeroso grupo de personas del Complexo do Alemao a su salida del barrio marginal, por el temor de que se tratara de narcotraficantes disfrazados.
La operación policial, que comenzó el lunes, tiene por objetivo arrestar a los responsables de una ola de ataques e incendios de al menos un centenar de vehículos, al parecer orquestado por cabecillas del Comando Vermelho desde una prisión de máxima seguridad, y que tendría por objetivo sembrar el pánico en esta ciudad brasileña.
La respuesta policial a esos ataques ha dejado hasta ahora 35 muertos, decenas de heridos y 212 detenidos.
El jueves, la policía tomó el principal baluarte de esta banda, en la favela Vila Cruzeiro, y los narcos huyeron en desbandada hacia el Complexo do Alemao, que está sitiado desde entonces.
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