Las autoridades de Río de Janeiro respondieron hoy con operaciones en 17 favelas y una petición al Gobierno de Brasil para que refuerce la vigilancia en las carreteras a la serie de ataques de pistoleros que desde el sábado vienen provocando pánico en la segunda mayor ciudad del país.
En el primer día de acciones represivas se presentaron tiroteos entre agentes de las fuerzas del orden y supuestos criminales, en los que murieron dos hombres, uno en la favela Mandela y otro en la de Vila Cruzeiro, mientras que ocho personas fueron detenidas según un boletín de la Policía Militar de Río de Janeiro.
En una de las estaciones del servicio metropolitano de trenes, agentes de la policía fueron atacados con disparos, sin registrarse heridos, y cerca de 7.000 alumnos no pudieron acudir a las escuelas que permanecieron cerradas por los operativos.
Las operaciones fueron hechas en respuesta a los ataques lanzados por pistoleros desde el pasado sábado y que prosiguieron en la madrugada de este martes con el incendio de cuatro automóviles en locales diferentes y el tiroteo a un puesto policial.
Además de operaciones realizadas por la policía en diferentes barriadas pobres controladas por organizaciones criminales, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, le solicitó al Gobierno central un refuerzo de la vigilancia en las carreteras que llegan a la ciudad más emblemática de Brasil.
La petición para que la Policía Federal aumente su presencia y sus operaciones en las vías de acceso a Río de Janeiro fue hecha por Cabral en una conversación con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, informó la gobernación regional en un comunicado.
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