domingo, diciembre 04, 2011

Sheij Suhail Assad, líder musulmán que vive en Irán: "La posibilidad de una guerra existe"


Cuando el sheij Suhail Assad despegó de Irán con rumbo a Chile, el viernes pasado, Teherán estaba en calma.
Nada hacía presagiar el violento ataque y toma de la embajada inglesa en ese país, por parte de una turba de estudiantes.
Cientos de jóvenes se agolparon en el frontis de la sede diplomática, irrumpieron prendiendo fuego a autos y documentos oficiales, y no titubearon en sacar -y quemar- la bandera inglesa y poner en su lugar una iraní.
Ni la reina Isabel se salvó: uno de sus retratos fue arrancado del lugar y esgrimido como bastión de triunfo.
El ataque desató un fuerte conflicto entre Inglaterra -y sus aliados Alemania, Francia, Italia y Estados Unidos- e Irán. Londres expulsó a los diplomáticos iraníes y está empujando nuevas y duras sanciones contra el gobierno iraní, mientras Teherán ya advirtió sobre las "consecuencias" que vendrán.

"Si el gobierno permitió el ataque, es reprochable"
Un aire muy distinto se respira en una casa de Martín de Zamora, Las Condes.
Allí, en el Centro de Cultura Islámica, se reúnen a orar los musulmanes chiitas chilenos -unos 300, aunque se calcula en 20 mil los que tienen dicho origen- y reina el silencio.
Es tiempo de Ashúra, días de luto y recogimiento que recuerdan el martirio del nieto de Mahoma, y el sheij Suhail Assad -líder espiritual chiita- vino a Chile a acompañar a los fieles en sus plegarias.
Es argentino, pero lleva 14 años viviendo en Irán -en Qom, a 120 kilómetros de Teherán- y otros tres residió en el Líbano.
Como teólogo islamista, cuenta a "La Segunda" que comprende la "postura negativa" de los iraníes frente a Gran Bretaña y Estados Unidos.
"Cualquier pueblo que ve que una superpotencia usa su país para trabajar en contra de esa sociedad y su desarrollo es obvio que tendrá una postura negativa", comenta.
Pero, aclara, "no se justifica" el ataque a la embajada.
-Uno puede tener una postura negativa frente a un país, pero la acción violenta no es aceptable, recalca.
-Londres acusó al gobierno iraní de permitir el ataque.
-Habría que estar allá para ver la situación, porque lo que nos llega es la información de la prensa que no siempre transmite toda la realidad. Si el gobierno iraní lo ha permitido, es reprochable. Pero la postura oficial de la policía, las fuerzas de seguridad y el Ministerio de Exteriores iraní es que los manifestantes fueron arrestados y que fue un acto fortuito. Al fin y al cabo, los iraníes dijeron que repudiaban lo ocurrido.
-Este conflicto ha ido escalando en las últimas horas. ¿En qué podría terminar?
-Creo que las potencias occidentales deben re-mirar su política exterior respecto del peso que tiene Irán en la zona. (...) Si cada parte sigue empecinada en tratar de imponer su postura, es posible que haya un conflicto bélico, no directamente a través de Inglaterra, sino a través de Israel o Estados Unidos. La posibilidad de una guerra existe. Esperemos que no se dé.
La bomba nuclear está prohibida por el Islam
El punto de origen de esta crisis fue el informe del organismo internacional de energía atómica, OIEA, que concluyó que Irán ya tiene la capacidad de hacer una bomba atómica y que tiene fines bélicos. Eso levantó la condena de Israel y las potencias occidentales aplicaron sanciones contra Irán.
El sheij Assad recalca que la energía nuclear, con fines bélicos, está prohibida por la ley islámica. Y que Irán no la está usando con ese objetivo.
-Desde el más pequeño responsable del gobierno iraní hasta el líder de la revolución están de acuerdo en que la utilización de la energía atómica en proyectos bélicos está prohibida islámicamente hablando. El Islam tiene una ley canónica que rige todo el comportamiento humano. Existe ley para el gobierno, para lo militar, para las relaciones comerciales... Y eso está prohibido.
-¿Puede un Presidente vulnerar esa ley?
-No, porque la Constitución iraní está inspirada en el Islam y hay un ente controlador. Entonces, oficialmente no hay un desarrollo nuclear en esa línea. Ahora, si las potencias occidentales quieren imponer su opinión...
-La OIEA es un organismo independiente.
-¿Pero qué tan representativo de la realidad es ese organismo? Hasta cuando Irán abrió las puertas para que los inspectores controlaran, siempre han sido manipulados por las superpotencias enemigas de Irán. Lo mismo pasa con Naciones Unidas.
Más allá de si es cierto o no lo que dice el régimen del Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, el teólogo musulmán plantea:
-Si tener una bomba nuclear es malo, ¿por qué la tienen EE.UU., Israel y otros países? Y, al revés, si es positivo tenerla, ¿por qué Irán no puede? La lógica iraní es muy simple y humana. Hay una frase que dicen los árabes: ¿Por qué la letra B es larga en tu nombre y en el mío es corta?.
 Fantasma del terrorismo
Cuando le mencionamos el tema del terrorismo, Suhail Assad raya la cancha: "Para ser justos, si vamos a hablar de la relación de Irán con el terrorismo, no sólo hay que imponer la imagen de Irán victimario, sino también ver la de Irán víctima. Y, al juzgar, hay que hacerlo justamente. Si vamos a acusar a Irán de terrorista, también Israel lo es".
-Irán ha sido muy claro y siempre ha optado por el frente militar, como lo hizo con Irak. Para eso está preparado y hace 30 años que viene armándose. Ni como cultura ni como religión Irán acepta los actos de terrorismo a civiles.
-¿Y el atentado contra la sede israelita AMIA en Argentina, en 1994?
-Si se comprobara una implicancia, sería absolutamente repudiable. Los actos de violencia están únicamente permitidos en posición de defensa, en un campo de batalla con fuerzas militares. Todo lo que salga de ese marco legal y religioso es un asesinato o un acto de terrorismo que debe ser penado y repudiado.
Más que una Primavera Arabe, es un "Despertar Islámico"
Las revueltas populares en el norte de Africa y el derrocamiento de los regímenes de Túnez, Egipto, Libia y Yemen deberían tener otro nombre, según el sheij Suhail Assad.
Más que una "Primavera Arabe", se trata de un "Despertar Islámico": "Es un fenómeno natural, de pueblos que fueron víctimas de la represión. Detrás de estos movimientos está la voluntad de los pueblos de volver al islam. Lo que la gente pide es que el gobierno que llegue respete el islam en la ley para que, quienes quieran, puedan vivir islámicamente", afirma.
Por ejemplo, menciona que no resulta comprensible que en Túnez -"que en su bandera tiene la medialuna y una estrella, símbolos del islam"- estuviera prohibido el uso del velo islámico.
-La gente no tiene tanta intención de que el islam gobierne desde lo político, sino que quieren vivir de acuerdo al islam. Por eso nosotros no promovemos un levantamiento para derrocar a un gobierno y colocar en su lugar a uno islámico. Lo que promovemos es que las autoridades respeten el islam en la ley.
-¿Y usted es partidario de que las mujeres se cubran el rostro?
-No. La ley islámica habla simplemente del cabello -se pueden ver la cara y las manos- y que el cuerpo no muestre sus formas. Todo lo demás es un tema netamente cultural.
Gaddafi: "Se sabía que iba a terminar así"
Sobre el fin que han tenido los dictadores derrocados, dice que el desenlace fatídico del ex coronel libioMoammar Gaddafi no le sorprende.
-Una persona que ha usado su poder en contra de su pueblo, que no ha sido justa y que ha sido un opresor, no debería tener un fin feliz. Ya vimos eso con la caída del ex Presidente iraquí Saddam Hussein . Desde un comienzo se sabía que el pueblo libio quería este tipo de fin para Gaddafi. Se sabía que iba a terminar mal.

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