Eran cerca de las 23 horas, anoche, cuando la comitiva de Jennifer Lopez llegó por segunda vez al barrió Concha y Toro. Esta vez, y a diferencia de las grabaciones que había efectuado allí durante la tarde, la cantante venía acompañada por su asistente personal, un par de amigas que andan con ella y su actual pareja, el bailarían Caspar Smart, quien se quedó uno minutos en el auto.
Esta era la primera vez que salían juntos desde el Hotel Ritz, donde ambos se alojan en la misma suite desde la noche del domingo. Sin embargo, el nuevo amor de Lopez se mantiene alejado de las cámaras y no le gusta ser fotografiado, una indicación que ha sido solicitada a la seguridad de la artista.
"Ella no quiere dejarlo solo mucho rato", cuenta uno de los integrantes del equipo de López sobre su nueva relación. Por eso, corren para que cada detalle esté listo: las luces, los ensayos de los concursantes, los extras y la seguridad. La idea es que la actriz pase el menor tiempo posible en las grabaciones.
Ayer realizó diversas actividades, pero en la mañana no quiso ser molestada. La producción debió esperar hasta las 13 horas para que ella se juntara con los ganadores de una marca de celular que podían saludarla. Después de eso, se dirigió a almorzar juntos a Smart y sus amigas, durante una horas. Luego, a las 15, salió rumbo al barrio Concha y Toro, donde la esperaba su equipo de producción y sus tres equipos de seguridad que la cuidan, entre ellos uno personal y otro de la productora Endemol, que produce el espacio de talentos Q'Viva! The Chosen, por el cual viaja viaja a través de Sudamérica buscando nuevos artistas.
En Concha y Toro, los productores corrían de un lugar a otro. Ella conversaba con uno de los encargados de entrevistarla para su propio espacio, donde Lopez cuenta cómo se siente en cada país y qué es lo que la hace elegir a cada uno de los aspirantes que viajaran a Los Angeles, Estados Unidos, para participar en su programa de talentos.
Según cuentan en su productora, la idea era que ella estuviera en Lima y en Chile junto a su ex marido, Marc Anthony, quien tenía contemplado llegar a Chile durante estos días, pero desistió al ver que la madre de sus mellizos siguió el viaje con su nueva pareja. "Teníamos todo listo para que estuvieran los dos en Chile, pero de un minuto a otro Marc canceló el viaje y, bueno, supimos que no le gustó la idea de que ella viniera acompañada”, cuenta otra fuente al interior de su equipo.
Y es que López ha vivido un rápido romance con su bailarín de 24 años. Primero pasaron unas vacaciones en Hawaii, donde fueron sorprendidos. Después viajaron a Marruecos, Lima y ahora a Chile. Pero una de las cosas que no le ha gustado de Santiago es el acoso de la prensa. "Pensó que acá podía estar tranquila, que no iba a tener problemas con los paparazzi, y uno de sus reclamos a la seguridad fue la facilidad con que los medios se acercaban a ella”, cuentan las mismas fuentes.
Sin embargo, en público, López se muestra relajada y amable. Su equipo revisa cada lugar minuciosamente. "Esto es como la visita de un Presidente, o alguien muy importante", le decía ayer un productor a Carabineros que llegaron a Concha y Toro para saber cuáles eran los pasos a seguir. “Mire, ella ahora se va al Hotel Ritz. Allá estará dos horas y regresará otra vez”, agregaba el mismo productor, cerca de las siete de la tarde, cuando terminaron las grabaciones del día.
Antes de partir para el Ritz, cenar con Smart, cambiarse de ropa y volver para el trabajo nocturno en Concha y Toro, Lopez se tomo una foto con tres Carabineros. Y antes se subirse a la camioneta que la llevaría al Ritz dice a Glamorama.cl "me he sentido muy bien, gracias".
Cerca de las 23 horas volvió al centro de Santiago. La cantante lucía una chaqueta de cuero corta, pantalón negro ajustado y botas muy altas. Esta vez la acompañó Smart. En media hora la intéprete de On The Floor tuvo el trabajo listo. Regresa al auto, su pareja le tocó la espalda para que subiera al vehículo al auto y partieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario