sábado, noviembre 26, 2011

Las denuncias más "repugnantes" sobre elementos extraños en las comidas


Algo más que tomates encontró Ana Aguilera Cortés mientras cocinaba la semana pasaba: dos ratonesvenían dentro del envase de la salsa, versión que fue refutada por la empresa elaboradora Carozzi.


Y aunque parezca repugnante, esta confrontación de versiones es usual. Entre enero y junio de 2011, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) ha recibido "alrededor de 500 reclamos relacionados con el tema de higiene al momento de adquirir alimentos supermercados, ya sea por carne en descomposición, insectos en productos, etcétera".

Eso fue lo que le ocurrió a la pequeña Macarena en enero pasado. Compró un helado de agua y mientras lo lamía no imaginó que encontraría una sorpresa: una mosca. ¿Resultado? La empresa Trendy le ofreció a su familia "dos cajas de cassata, equivalentes a 20 mil pesos". Oferta que fue desechada.

De comprobarse anomalías en la fabricación del producto, la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) envía a un inspector a fiscalizar el proceso de producción y establecer cómo ocurrió la eventual contaminación.

Tal fue el caso de la empresa Tresmontes Lucchetti, que debió cesar la línea de envasado y retirar del mercado el té en polvo "Orjas", café "Coronado" y del Multicereal Coronado, tras constatarse en su planta envasadora la presencia de unfilamento metálico en un tarro de café.

Desde el organismo sanitario metropolitano recuerdan el caso de un hombre, cuya esposa denunció haber encontrado un preservativo dentro de una caja de leche: "Fue a la basura, sacó la caja ya vacía para botar los vidrios de un vaso quebrado y vio el condón usado. Quedó claro que era imposible".

En agosto pasado, Eduardo Sepúlveda concurrió hasta las dependencias del Sernac para denunciar a la firma Costa Carozzi por encontrar un elemento, que identificó como un profiláctico, en el bizcocho del "Chocman" que comía su nieto de tres años. Los análisis arrojaron que era un "trozo de plástico", razón por la cual estampó una querella ante el Juzgado de Policial Local de Talagante.

Jimena Bravo, en tanto, vivió también una ingrata experiencia. Tentada, compró una bolsa de "pichanga" en el local de Cecinas Hicar del Mercado Municipal de Temuco. Llegó a su casa, comío parte de su adquisición hasta que sintió que su muela se quebró. ¿El responsable? Otro diente y que no era de ella.

Y así, los desagradables casos suman y siguen a lo largo del país. De ahí que el discurso del Sernac es claro: "Con la salud y seguridad de los consumidores no se juega, en especial si se trata de la seguridad al consumir alimentos".

"Los consumidores tienen derecho a poder disfrutar de los alimentos sin miedo a que éstos puedan dañar su salud (...) Y, con ello, las empresas tienen que tomar todas las medidas necesarias para garantizar que estos sean seguros", subraya.

Quienes contravengan las normativas vigentes arriesgan una multa de hasta 1.000 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), la prohibición de funcionamiento y/o la clausura del recinto.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...