SANTIAGO.- Fernando González es una de las personalidades más llamativas del ATP World Tour, por su atractivo estilo de juego y sus actitudes dentro de la cancha.
El tenista chileno no tiene ningún problema en expresar sus sentimientos en el court cuando las cosas no le resultan como él quiere y eso nunca pasa desapercibido.
Por actitudes como esas, el jugador de La Reina ha tenido más de un encontrón con algunos jueces de sillas durante su participación en el circuito. Y en este momento, su principal "enemigo" está en Chile, para impartir justicia en la serie ante Italia por el repechaje al Grupo Mundial de Copa Davis, que arranca este viernes en el Court Central del Estadio Nacional. Es el umpire argentino Damián Steiner
Desde su ingreso al gran mundo del ATP en 2002, González nunca tuvo remordimiento para demostrar sus verdaderos sentimientos en las pistas, si tenía que romper raquetas lo hacía, o si debía encarar a un árbitro o juez de línea por un mal cobro iba y se lo decía en su cara. Justamente ha sido el trasandino con quien el chileno tuvo fuertes encontrones.
El primero fue en Roland Garros 2003, en un choque válido por la segunda ronda. El múltiple medallista olímpico enfrentaba al español Albert Portas y en el cierre del segundo set, el árbitro trasandino revirtió un cobro que le correspondía al de La Reina y eso le costó perder la manga.
Eso provocó la furia del tenista de La Reina que finalmente terminó ganando el encuentro en cuatro parciales. Apenas miró a Portas en la red terminado el partido y no le dio la mano a Steiner y lo increpó tras esa confusa situación. El tema llegó hasta al límite y el nacional estuvo a punto de ser descalificado del torneo parisino, tras discutir en duros términos con el árbitro y sólo lo salvó su condición de jugador top en el circuito.
El segundo episodio fue en la semifinal del ATP de Viña del Mar 2008. González enfrentó al inspirado uruguayo Pablo Cuevas, que estaba dando la gran sorpresa en Las Salinas. Nuevamente estaba el argentino en la silla, a quien el nacional tenía marcado tras ese partido en París y cada vez que lo tenía como juez ponía mala cara.
Esa noche los nervios del chileno por el desarrollo del partido y sus actitudes provocativas volvieron a condicionar a Steiner, cobrando varias pelotas dudosas en su contra. Esto irritó aún más al finalista del Australian Open 2007 y también la del público que lo culpaba de la derrota.
Incluso lo encaró durante el partido: "yo le pedí a la ATP que no me arbitraras nunca más", durante un parón del duelo por un corte de luz, cuando el duelo estaba encendido.
Finalmente González ganó ese partido, pero aumentó su malestar contra el argentino, con el cual podría volver a verse las caras este fin de semana en Ñuñoa.
El tenista chileno no tiene ningún problema en expresar sus sentimientos en el court cuando las cosas no le resultan como él quiere y eso nunca pasa desapercibido.
Por actitudes como esas, el jugador de La Reina ha tenido más de un encontrón con algunos jueces de sillas durante su participación en el circuito. Y en este momento, su principal "enemigo" está en Chile, para impartir justicia en la serie ante Italia por el repechaje al Grupo Mundial de Copa Davis, que arranca este viernes en el Court Central del Estadio Nacional. Es el umpire argentino Damián Steiner
Desde su ingreso al gran mundo del ATP en 2002, González nunca tuvo remordimiento para demostrar sus verdaderos sentimientos en las pistas, si tenía que romper raquetas lo hacía, o si debía encarar a un árbitro o juez de línea por un mal cobro iba y se lo decía en su cara. Justamente ha sido el trasandino con quien el chileno tuvo fuertes encontrones.
El primero fue en Roland Garros 2003, en un choque válido por la segunda ronda. El múltiple medallista olímpico enfrentaba al español Albert Portas y en el cierre del segundo set, el árbitro trasandino revirtió un cobro que le correspondía al de La Reina y eso le costó perder la manga.
Eso provocó la furia del tenista de La Reina que finalmente terminó ganando el encuentro en cuatro parciales. Apenas miró a Portas en la red terminado el partido y no le dio la mano a Steiner y lo increpó tras esa confusa situación. El tema llegó hasta al límite y el nacional estuvo a punto de ser descalificado del torneo parisino, tras discutir en duros términos con el árbitro y sólo lo salvó su condición de jugador top en el circuito.
El segundo episodio fue en la semifinal del ATP de Viña del Mar 2008. González enfrentó al inspirado uruguayo Pablo Cuevas, que estaba dando la gran sorpresa en Las Salinas. Nuevamente estaba el argentino en la silla, a quien el nacional tenía marcado tras ese partido en París y cada vez que lo tenía como juez ponía mala cara.
Esa noche los nervios del chileno por el desarrollo del partido y sus actitudes provocativas volvieron a condicionar a Steiner, cobrando varias pelotas dudosas en su contra. Esto irritó aún más al finalista del Australian Open 2007 y también la del público que lo culpaba de la derrota.
Incluso lo encaró durante el partido: "yo le pedí a la ATP que no me arbitraras nunca más", durante un parón del duelo por un corte de luz, cuando el duelo estaba encendido.
Finalmente González ganó ese partido, pero aumentó su malestar contra el argentino, con el cual podría volver a verse las caras este fin de semana en Ñuñoa.
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