En casi una semana, un equipo de
Los cadáveres estaban en un edificio del barrio de Abu Salim, controlado por las fuerzas leales al líder Moammar Jaddafi entre el sábado y ayer jueves, que impidieron con francotiradores que cualquier persona se acercara al centro asistencial.
Hoy,
"Es un desastre. Ya no hay medicamentos en el hospital, ni personal médico. Todos se han ido por miedo a los francotiradores", explicó Mohamed Yunes, estudiante de odontología convertido en enfermero.
Los enfermos esperaron cuidados médicos durante días en medio de un fuerte olor a descomposición, mientras los pasillos estaban bañados de sangre. Por falta de espacio en la morgue, se utilizaron habitaciones adyacentes para dejar los cadáveres.
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