El féretro con los restos de Juan Pablo II fueron trasladados desde la tumba que ocupaba en lasGrutas Vaticanas hasta el frontis de la tumba de San Pedro donde permanecerá hasta la mañana del 1 de mayo, cuando sea trasladado ante el Altar de la Confesión de la basílica de San Pedro, para que los fieles puedan venerarlo una vez beatificado por el Papa Benedicto XVI.
El ataúd descansa sobre un armazón cubierto con una tela blanca bordada en oro.
Según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, el cardenal arcipreste del templo, Angelo Comastri, entonó el canto de las letanías y se celebró un momento de plegarias.
Junto a Comastri asistieron el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que cerró la ceremonia; el gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo; y el cardenal de Cracovia (Polonia), Stanislao Dziwisz, que fue secretario personal de Juan Pablo II durante cuarenta años.
La lápida que cubría hasta ahora la tumba del papa Wojtyla será llevada a Cracovia y colocada en una nueva iglesia que se dedicará a Juan Pablo II en la ciudad polaca.
Juan Pablo II fue enterrado, como manda la normativa vaticana, en tres cajas. La primera, de madera, que es la que se vio durante el funeral del 8 de abril de 2005. Despué esa caja fue introducida en otra de plomo y esa, de nuevo en otra de madera, que es la que se vio hoy cuando se extrajo de la tumba.
Las Grutas Vaticanas (cripta de la basílica de San Pedro) permanecerán cerradas al público desde hoy hasta primeras horas de la tarde del 1 de mayo.
El féretro con los restos del papa Wojtyla, fallecido el 2 de abril de 2005 a los casi 85 años (los habría cumplido el 20 de mayo) no será abierto, ni el cadáver exhumado, debido al corto espacio de tiempo desde su fallecimiento.
BEATO
Una vez que Benedicto XVI lo haya proclamado beato, en una ceremonia que comenzará a las nueve de la mañana del primero de mayo, el papa Ratzinger y los cardenales con los que concelebrará la misa irán en procesión desde la Plaza de San Pedro hasta el interior de la basílica, donde se postrarán ante el féretro y rezarán.
Después, todos los fieles que lo deseen podrán acercarse hasta el féretro para rendir homenaje al papa que guió a la Iglesia durante casi 27 años (1978-2005) y la introdujo en el tercer milenio.
La basílica de San Pedro estará abierta mientras dure el flujo de fieles para permitir que los cientos de miles que se esperan puedan rezar ante el primer pontífice polaco de la historia.
Una vez concluida las celebraciones, el féretro será trasladado a la capilla de San Sebastián del templo vaticano, para permitir una mayor afluencia de fieles en el futuro.
Los restos de Juan Pablo II han reposado desde el 8 de abril de 2005, en las Grutas Vaticanas, en la que fue tumba del beato papa Juan XXIII y a pocos metros de la tumba de San Pedro. Juan Pablo II era el único papa enterrado entre dos reinas, Cristina de Suecia y Carlota de Chipre.
Hasta ahora, una sencilla lápida de mármol blanco jaspeado cubría la tumba del papa polaco, que se convirtió en lugar de peregrinación de fieles de todo el mundo.
Según datos del Vaticano, una media de más de 20.000 personas la visitaban a diario.
El ataúd descansa sobre un armazón cubierto con una tela blanca bordada en oro.
Según precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, el cardenal arcipreste del templo, Angelo Comastri, entonó el canto de las letanías y se celebró un momento de plegarias.
Junto a Comastri asistieron el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, que cerró la ceremonia; el gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo; y el cardenal de Cracovia (Polonia), Stanislao Dziwisz, que fue secretario personal de Juan Pablo II durante cuarenta años.
La lápida que cubría hasta ahora la tumba del papa Wojtyla será llevada a Cracovia y colocada en una nueva iglesia que se dedicará a Juan Pablo II en la ciudad polaca.
Juan Pablo II fue enterrado, como manda la normativa vaticana, en tres cajas. La primera, de madera, que es la que se vio durante el funeral del 8 de abril de 2005. Despué esa caja fue introducida en otra de plomo y esa, de nuevo en otra de madera, que es la que se vio hoy cuando se extrajo de la tumba.
Las Grutas Vaticanas (cripta de la basílica de San Pedro) permanecerán cerradas al público desde hoy hasta primeras horas de la tarde del 1 de mayo.
El féretro con los restos del papa Wojtyla, fallecido el 2 de abril de 2005 a los casi 85 años (los habría cumplido el 20 de mayo) no será abierto, ni el cadáver exhumado, debido al corto espacio de tiempo desde su fallecimiento.
BEATO
Una vez que Benedicto XVI lo haya proclamado beato, en una ceremonia que comenzará a las nueve de la mañana del primero de mayo, el papa Ratzinger y los cardenales con los que concelebrará la misa irán en procesión desde la Plaza de San Pedro hasta el interior de la basílica, donde se postrarán ante el féretro y rezarán.
Después, todos los fieles que lo deseen podrán acercarse hasta el féretro para rendir homenaje al papa que guió a la Iglesia durante casi 27 años (1978-2005) y la introdujo en el tercer milenio.
La basílica de San Pedro estará abierta mientras dure el flujo de fieles para permitir que los cientos de miles que se esperan puedan rezar ante el primer pontífice polaco de la historia.
Una vez concluida las celebraciones, el féretro será trasladado a la capilla de San Sebastián del templo vaticano, para permitir una mayor afluencia de fieles en el futuro.
Los restos de Juan Pablo II han reposado desde el 8 de abril de 2005, en las Grutas Vaticanas, en la que fue tumba del beato papa Juan XXIII y a pocos metros de la tumba de San Pedro. Juan Pablo II era el único papa enterrado entre dos reinas, Cristina de Suecia y Carlota de Chipre.
Hasta ahora, una sencilla lápida de mármol blanco jaspeado cubría la tumba del papa polaco, que se convirtió en lugar de peregrinación de fieles de todo el mundo.
Según datos del Vaticano, una media de más de 20.000 personas la visitaban a diario.
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