La situación en la planta nuclear de Fukushima en Japón entró ayer en fase crítica tras sufrir dos incendios y una nueva explosión que desataron el temor a una fuga masiva de radiación. Pese a que el gobierno completó la evacuación en torno a la central de Fukushima, la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea) de la ONU calificó de "preocupante" la situación y criticó a las autoridades de Tokio por la falta de información.
El jefe de la Aiea, el japonés Yukiya Amano, reconoció que "lo que podemos hacer es limitado", porque falta información de las autoridades.
En tanto, el comisario de Energía de la Comisión Europea (UE), Günther Oettinger, aseguró que "casi todo está fuera de control" en la planta. "Se ha hablado de apocalipsis y yo creo que esta palabra está particularmente bien elegida", dijo. "No podemos excluir que ocurra lo peor en las próximas horas y días", advirtió.
En tanto, el presidente de la Autoridad de la Seguridad Nuclear de Francia, André-Claude Lacoste, dijo que Fukushima ya ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, que significa "accidente importante". El nivel 7 ("accidentes graves") fue el que sufrió Chernobyl, en 1986. "No se sabe hasta qué punto el sistema de contención está dañado", dijo Lacoste en alusión al reactor 2, el cual, dijo, "ya no es hermético". La Aiea reconoció "posibles" problemas en el núcleo de ese reactor. En tanto, el incendio en el reactor 4 provocó dos orificios en el muro del edificio exterior. Los especialistas intentarían arrojar agua y ácido bórico desde helicópteros para enfriar las barras de combustible. Ayer, un segundo siniestro -controlado horas después- agrietó el techo del reactor. Se informó de dos trabajadores desaparecidos. Ayer, la firma que opera la planta, Tepco, retiró a 750 operarios y dejó a sólo 50 ingenieros en el lugar. Sin embargo, el miércoles todos los trabajadores que intentaban enfriar los reactores fueron evacuados, tras un aumento en el nivel de radiación, dijo el portavoz del gobierno, Yukio Edano. Los funcionarios comenzaban a retornar a sus labores horas más tarde. Además, Edano confirmó una emanación de humo desde el reactor 3. Edano dijo a la prensa que se teme que la cubierta interna del reactor haya resultado dañada.
Ante esto, destacó que Japón no descarta perdir auxilio a EE.UU. en las tareas de refrigerar las centrales nucleares.
Ayer, el primer ministro nipón, Naoto Kan, advirtió que el "peligro de más fugas de radiación está creciendo". Ante esto, se evacuó a todas las personas que vivían a menos de 20 km de la planta (200 mil personas) y declaró un radio de exclusión aérea de 30 km. Además, se pidió a las 140 mil personas que viven entre 20 a 30 km alrededor de Fukushima que no salgan de sus casas.
Según la Organización Meteorológica Mundial, los vientos desplazaron hacia el océano los vapores radiactivos. Sin embargo, expertos en energía nuclear de la Unión of Concerned Scientists de EE.UU. se manifestaron "muy preocupados" de que la radiación pudiera llegar a Tokio. Los niveles de radiación en la capital marcaron ayer hasta 20 veces lo normal, pero las autoridades negaron que esto fuera una amenaza para la salud. Pese a ello, se informó del inicio de la evacuación de extranjeros en Tokio. Incluso, la embajada de Austria decidió llevar su misión a Osaka, 500 km al sur. El Ejército de EE.UU. recomendó a su personal en Japón "limitar lo más posible las actividades externas". Y la Marina norteamericana decidió reposicionar sus naves en ese país tras hallarse niveles bajos de radiactividad en un portaaviones. En tanto, Lufthansa anunció que dejará de volar a Tokio en forma transitoria, lo mismo que Air China. Además, se alertó a 500 centros europeos especializados en trasplante de médula ósea en caso de que suba la radiación en Japón.
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