La familia de Pat Garrett teme que un perdón a Billy el Niño dañe la imagen del afamado sheriff, pues podría dar la impresión de que Garrett mató a un inocente.
WASHINGTON / SANTA FE.- Nuevos aires del viejo "salvaje Oeste" rondan estos días en Estados Unidos: el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, decidirá en los próximos días si concede un perdón póstumo a uno de los personajes más conocidos de la mitología vaquera estadounidense inmortalizada en incontables películas de la factoría Hollywood: Billy el Niño. La historia viene de largo. Según explica el propio Richardson en su web, lleva ocho años recibiendo "decenas" de comunicados solicitando el perdón de Henry McCarty, alias Billy el Niño, alias William H. Boney, alias Henry Antrim... tantos nombres casi como crímenes que se le atribuyen en la agitada historia del Oeste norteamericano de finales del siglo XIX.
El motivo: la "extendida creencia de que a cambio de testificar en un juicio por asesinato, el entonces gobernador territorial de Nuevo México, Lew Wallace, le prometió -sin que nunca llegara a concedérselo- un perdón a Billy el Niño por acciones cometidas durante las Guerras del Condado de Lincoln en Nuevo México en la última mitad del siglo XIX", explica Richardson.
Entre ellas, su presunta implicación en el asesinato del sheriff William Brady en abril de 1878, tres años antes de ser él mismo abatido -o no, que hay versiones para todos los gustos y películas- por otro de los mitos del Oeste, el sheriff Pat Garrett, cuando no contaba más de 20 o 21 años (su edad es otro de los grandes enigmas de uno de los personajes que más controversia ha creado en esta agitada parte de la historia estadounidense).
Con el objetivo de verificar la veracidad histórica de este presunto perdón jamás concedido, Richardson le encargó a la abogada y "entusiasta de la historia del Oeste" Randi McGinn una revisión de los documentos en torno a la supuesta promesa de redención para Billy el Niño.
Su veredicto llegó a comienzos de esta semana: "Una promesa es una promesa y debería ser cumplida", justifica en su decisión de apoyar el perdón oficial.
"El gobernador Wallace no cumplió su parte del trato, que era perdonar al señor Bonney por todos los cargos, incluida la acusación pendiente relacionada con el sheriff William Brady", explica. "Esta injusticia debería ser corregida", sostiene la abogada en la explicación de su respuesta a Richardson.
Excavar en el pasado de Billy el Niño no debe de haber sido fácil. No sólo su edad o su muerte es un misterio. Más bien toda su vida, desde su nacimiento en el seno de una familia inmigrante irlandesa hasta su pronta incursión, cuando apenas era un adolescente, en el mundo de los cuatreros, los asesinatos y las espectaculares fugas de cárceles.
Jugoso material que ha redundado en más de una decena de películas, documentales y hasta homenajes de reconocidos músicos como Bob Dylan, Billy Joel o Jon Bon Jovi.
Incluso la posibilidad de su perdón ha vuelto a agitar las aguas. Según publicaba en el pasado verano (boreal) el diario "Las Cruces Sun News", a los descendientes del sheriff Garrett no les hace ninguna gracia la posible redención del "Niño".
"Desde el principio tuvimos la sensación de que el gobernador (Richardson) ha creado su propia versión de los hechos, que no tienen nada que ver con la historia de Nuevo México", dijo la nieta del sheriff, Susan Floyd Garret, al rotativo. Según explicó, la familia Garrett teme que un perdón a Billy el Niño dañe la imagen del afamado sheriff porque podría dar la impresión de que Garrett mató a un inocente.
Claro que, según la leyenda, quizás ni siquiera lo abatió. Una de las múltiples versiones que circulan en torno a la misteriosa y agitada vida de Billy el Niño es que Garrett mató a otra persona cuando en julio de 1881 perseguía al delincuente que meses antes se había escapado de nuevo de una prisión.
El verdadero " Billy el Niño" habría muerto tranquilamente a los 91 años, en 1950, en Texas, afirma esta teoría descartada sin embargo por la mayoría de los historiadores y fans de la controvertida leyenda del "salvaje Oeste".
Sea cual sea la verdad en torno al número de asesinatos que se adjudican a Billy el Niño -hasta 21, de los que menos de media docena están históricamente probados-, sobre su corta o larga vida o sobre el lugar y fecha donde murió, la decisión del actual gobernador de Nuevo México podría añadir nuevo morbo a una historia que sigue causando fascinación en todo el mundo.
Richardson ha prometido que tomará una decisión sobre el perdón a Billy el Niño "en algún momento después de Navidad pero antes de finales de este año".
Hasta el 26 de diciembre, todo aquel que tenga algún "comentario" que hacer en torno al posible perdón está invitado a escribir al gobernador para darle a conocer su opinión.
El motivo: la "extendida creencia de que a cambio de testificar en un juicio por asesinato, el entonces gobernador territorial de Nuevo México, Lew Wallace, le prometió -sin que nunca llegara a concedérselo- un perdón a Billy el Niño por acciones cometidas durante las Guerras del Condado de Lincoln en Nuevo México en la última mitad del siglo XIX", explica Richardson.
Entre ellas, su presunta implicación en el asesinato del sheriff William Brady en abril de 1878, tres años antes de ser él mismo abatido -o no, que hay versiones para todos los gustos y películas- por otro de los mitos del Oeste, el sheriff Pat Garrett, cuando no contaba más de 20 o 21 años (su edad es otro de los grandes enigmas de uno de los personajes que más controversia ha creado en esta agitada parte de la historia estadounidense).
Con el objetivo de verificar la veracidad histórica de este presunto perdón jamás concedido, Richardson le encargó a la abogada y "entusiasta de la historia del Oeste" Randi McGinn una revisión de los documentos en torno a la supuesta promesa de redención para Billy el Niño.
Su veredicto llegó a comienzos de esta semana: "Una promesa es una promesa y debería ser cumplida", justifica en su decisión de apoyar el perdón oficial.
"El gobernador Wallace no cumplió su parte del trato, que era perdonar al señor Bonney por todos los cargos, incluida la acusación pendiente relacionada con el sheriff William Brady", explica. "Esta injusticia debería ser corregida", sostiene la abogada en la explicación de su respuesta a Richardson.
Excavar en el pasado de Billy el Niño no debe de haber sido fácil. No sólo su edad o su muerte es un misterio. Más bien toda su vida, desde su nacimiento en el seno de una familia inmigrante irlandesa hasta su pronta incursión, cuando apenas era un adolescente, en el mundo de los cuatreros, los asesinatos y las espectaculares fugas de cárceles.
Jugoso material que ha redundado en más de una decena de películas, documentales y hasta homenajes de reconocidos músicos como Bob Dylan, Billy Joel o Jon Bon Jovi.
Incluso la posibilidad de su perdón ha vuelto a agitar las aguas. Según publicaba en el pasado verano (boreal) el diario "Las Cruces Sun News", a los descendientes del sheriff Garrett no les hace ninguna gracia la posible redención del "Niño".
"Desde el principio tuvimos la sensación de que el gobernador (Richardson) ha creado su propia versión de los hechos, que no tienen nada que ver con la historia de Nuevo México", dijo la nieta del sheriff, Susan Floyd Garret, al rotativo. Según explicó, la familia Garrett teme que un perdón a Billy el Niño dañe la imagen del afamado sheriff porque podría dar la impresión de que Garrett mató a un inocente.
Claro que, según la leyenda, quizás ni siquiera lo abatió. Una de las múltiples versiones que circulan en torno a la misteriosa y agitada vida de Billy el Niño es que Garrett mató a otra persona cuando en julio de 1881 perseguía al delincuente que meses antes se había escapado de nuevo de una prisión.
El verdadero " Billy el Niño" habría muerto tranquilamente a los 91 años, en 1950, en Texas, afirma esta teoría descartada sin embargo por la mayoría de los historiadores y fans de la controvertida leyenda del "salvaje Oeste".
Sea cual sea la verdad en torno al número de asesinatos que se adjudican a Billy el Niño -hasta 21, de los que menos de media docena están históricamente probados-, sobre su corta o larga vida o sobre el lugar y fecha donde murió, la decisión del actual gobernador de Nuevo México podría añadir nuevo morbo a una historia que sigue causando fascinación en todo el mundo.
Richardson ha prometido que tomará una decisión sobre el perdón a Billy el Niño "en algún momento después de Navidad pero antes de finales de este año".
Hasta el 26 de diciembre, todo aquel que tenga algún "comentario" que hacer en torno al posible perdón está invitado a escribir al gobernador para darle a conocer su opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario