MADRID.- Dos exageradas pérdidas de tiempo terminaron con Xabi Alonso y Sergio Ramos expulsados en el tramo final del partido de la Liga de Campeones disputado en el Amsterdam Arena, pero con la posibilidad de llegar desahogados de tarjetas a las eliminatorias de octavos de final.
Con el partido sentenciado y la clasificación y el primer puesto amarrados, Mourinho contempló el panorama futuro del equipo. Pendiente solo de un partido sin trascendencia, en el Santiago Bernabeu, frente el Auxerre, que, eliminado, nada pone en juego tampoco.
Sorprendió la conversación en el banquillo, personalizada, de Mourinho con su portero suplente, Jerzy Dudek. Iker Casillas no ofrecía síntomas de carencia física alguna. Ambos charlaban, con la mano sobre la boca. Para no descubrir las palabras.
Acto seguido Dudek acudió hacia la portería de Casillas y le transmitió las instrucciones del técnico que el meta se encargó de reproducir a sus compañeros en el terreno de juego.
Xabi Alonso y Sergio Ramos amenazados por la suspensión en las eliminatorias de octavos, entraron en acción. El centrocampista, que vio la amarilla por desplazar el balón, tardó más de la cuenta en sacar una falta a cuatro minutos del final.
Después fue Ramos. Cargaba con una tarjeta por una falta cometida. Y exageró, en el tiempo añadido, el tiempo en emplear un saque. También se marchó al vestuario. La misión estaba cumplida.
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