Un sueño largamente frustrado para los metaleros locales, luego de años de cancelaciones, cambios de recinto e incluso censura. Pero toda historia tiene un final, y este se materializará el 10 de abril, cuando los autores de The number of the beast aterricen en la capital, en el marco de su Final Frontier World Tour, y se presenten por primera vez en el coliseo de Ñuñoa, luego de cinco visitas al país. Será también la primera ocasión en que una banda de heavy metal ocupe el recinto ñuñoíno.
Pero la satisfacción no es sólo para los seguidores: al teléfono desde Inglaterra con La Tercera,el vocalista histórico de Iron Maiden, Bruce Dickinson (52), también hace notar que lo de abril próximo será especial para él y sus compañeros de banda desde 1975. "Todas las veces que hemos tocado en Chile nos han mencionado el Estadio Nacional, así que nos emocionamos mucho cuando vimos que podría haber una posibilidad concreta de tocar allí, y que calzaran los tiempos. Es realmente un gran honor que nos hayan permitido tocar finalmente en el estadio, y espero que sea verdaderamente una ocasión especial para todos", dice el vocalista sobre su próximo paso por Santiago, que los ingleses aprovecharán para registrar un nuevo DVD en vivo. "Estamos haciendo una película acerca de este tour, en el que obviamente el Estadio Nacional de Chile será protagonista, lo que nos entusiasma aún más", agrega.
Aquí se dijo que el Estadio Nacional era un requisito de ustedes para volver a Chile. ¿Es verdad?
No, para nada. En realidad disfruté mucho donde tocamos la última vez, el... ¿Cómo se llama? ¿Jockey Club? (Club Hípico, 2009). Ese lugar en el medio de la pista de carreras de caballos. Era un lugar muy bonito, una buena planicie, y pudo entrar una gran cantidad de gente. Nunca hubo problemas, aunque tocar en el Nacional obviamente significará que las personas que estén sentadas puedan tener una mejor vista del escenario. Además, siempre es bueno tocar en diferentes recintos. Pero te aclaro que nunca fue un requisito, y no estamos enojados con nadie de Chile; de hecho, todo lo contrario, porque allá siempre lo pasamos muy bien.
Bueno, nunca faltan los problemas por acá...
Sí, es verdad, han pasado cosas y está bastante lejos, pero de verdad vale la pena. El público chileno es muy especial, y por lo mismo, siempre tratamos de quedarnos un tiempo extra allá, porque nos gusta mucho.
Es solo rock&roll
Lo del Nacional ha sido casi una quimera para sus fans. Incluso, en 1992 sectores más conservadores frustraron su debut en Chile.
Qué puedo decir. Siempre es agradable cuando se impone el sentido común. Nosotros sólo somos una banda de rock & roll, no queremos iniciar una revolución ni una guerra. Y el hecho de que hagamos felices a tantas personas en Chile no puede, por ningún lado, ser algo malo. En lo que a nosotros respecta, nos encanta ir a Chile, es un lugar que siempre nos da mucho amor, pero sí es un poco atemorizante (ríe).
¿Van a quedarse varios días en Santiago?
Generalmente andamos con un calendario muy apretado, pero nos daremos unas vueltas por ahí. Es que los shows en Santiago siempre son muy intensos, así que es muy difícil sólo ir de paso sin celebrar con una fiesta la noche siguiente (ríe).
Eso podría traer problemas si es que piensa pilotear el avión del grupo...
(Ríe) Lo más probable es que llegue volando a Santiago, porque antes tocaremos en Buenos Aires, el día antes de que viajemos.
¿Qué les ha parecido el éxito que han tenido con The Final Frontier?
Guau. Número uno en cerca de 30 países es algo realmente asombroso. Sabíamos que estábamos haciendo un gran disco, pero sí, nos sorprendió el resultado que tuvo en ventas. Además, recién sacamos a la venta las entradas para nuestra primera gira por Reino Unido, después de mucho tiempo, justo en momentos en que Europa está en medio de una gran recesión económica, pero lo increíble es que ya hemos vendido casi el 95% de los tickets en nuestro país, después de sólo cuatro días a la venta. Es increíble, sólo me queda agradecer a los fans de Maiden por ser tan fieles. Simplemente espero que aprecien que trabajamos duro para tratar de darles el mejor disco que podíamos.
Pero no todo pasa por la fidelidad, hay nuevas generaciones de fanáticos que también se sumaron.
Sí, claramente, pero cuando hablo de lealtad, estoy hablando también de niños de 15 ó 16 años, no sólo los mayores. Puedo ver que los fans más antiguos de Maiden han crecido, obviamente, pero efectivamente contamos también con dos o tres generaciones más que se han ido abriendo paso hasta ahora. Y esa es, precisamente, la razón por la que tocamos en estadios y no en teatros.
¿Cómo será el repertorio del concierto en Santiago?
Vamos a tocar dos o tres canciones de The Final Frontier, pero también las antiguas. Es un repertorio distinto al de nuestro tour de verano más reciente, en el que no tocamos tantos clásicos como los que vamos a tocar allá. Pero además, como te mencionaba, vamos a grabar el show en Chile para la película, y viajaremos a Santiago con todos estos equipos de efectos especiales desde Europa, así que va a ser un concierto realmente grande, más grande en Chile que en gran parte del resto de los países de Latinoamérica.
Son ya casi cuatro décadas de éxito para Iron Maiden, con millones de discos vendidos y giras por todo el mundo. ¿Qué queda en el horizonte de la banda?
Todos estos discos y números uno es algo que sobrepasa lo que inicialmente nos propusimos, y es increíble que lo sigamos consiguiendo a estas alturas de nuestra carrera. Pero pienso que aún quedan muchas cosas por hacer. Seguimos trabajando y creando cosas con ese objetivo, así que no me gusta elaborar de antemano cómo será nuestro plan para el futuro, pero tiene que ser una historia fascinante. Y esa es la razón por la que Maiden sigue siendo tan popular, porque nunca seremos un grupo que se dedique a mirar al pasado, a la nostalgia.
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