Soldados de Corea del Norte abrieron fuego contra Corea del Sur, disparando dos balas hacia un puesto militar cerca de la frontera que separa los dos países, señaló un portavoz del Estado Mayor del ejército.
Los soldados sur coreanos replicaron inmediatamente con tres tiros, añadió. No hay surcoreanos heridos, pero Seúl denunció una violación del acuerdo de paz en vigor entre los dos países desde la Guerra de Corea.
El incidente se produjo cerca de la zona desmilitarizada entre los dos países, en Hwacheon, a unos 90 km al noreste de Seúl.
Ocasionalmente se producen disparos cerca de la frontera que separa las dos partes de la península coreana. Pero el último tiroteo coincide con un momento delicado ya que Corea del Sur acogerá a varios jefes de Estado con motivo de la cumbre del G20 el 10 y 11 de noviembre, el acontecimiento internacional más importante en este país desde los Juegos Olímpicos de 1988.
Por la mañana el ejército surcoreano había anunciado que se encontraban en "el nivel de alerta de seguridad más alto" hasta el 13 de noviembre.
El ejército surcoreano, con la ayuda de material de reconocimiento estadounidense, vigila estrechamente los movimientos de las tropas norcoreanas, añadió.
Respecto a los disparos en la frontera, "no hemos confirmado si los militares norcoreanos apuntaban a algo en particular", comunicó un responsable militar.
El Estado Mayor surcoreano aseguró que las fuerzas armadas estaban preparadas para una rápida movilización, si es necesario. Un equipo de Naciones Unidas, encargado de velar por el cumplimiento del acuerdo de paz, investigará el caso.
De todos modos Seúl anunció que se mantenía la reunión de familias separadas por la guerra de Corea prevista el sábado. Estos encuentros se celebrarán entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre en el Monte Kumgang, un lugar turístico en Corea del Norte.
Tras dos años de interrupción, el programa humanitario de reencuentros se reanudó hace un año, pero se había interrumpido tras el torpedeo de una corbeta surcoreana en marzo, atribuida por una investigación internacional a Pyongyang, que lo niega.
Después de este torpedeo y de la muerte de 46 marinos surcoreanos, las relaciones se crisparon entre las dos Coreas aunque desde finales de agosto se han percibido algunas señales de apaciguamiento.
Pero unas horas antes del tiroteo en la frontera, Pyongyang advirtió que las relaciones entre los dos países podrían sufrir consecuencias "catastróficas" si Seúl seguía rehusando mantener negociaciones militares para mitigar la tensión.
Estas negociaciones, que se habían retomado después de dos años, volvieron a interrumpirse en septiembre después de que Seúl exigiera disculpas al Norte por el torpedeo. Pyongyang se negó.
La propuesta de Corea del Norte de reanudar estas conversaciones, al final de octubre, fue rechazada por Seúl.
Esta negativa "significa precisamente la confrontación y la guerra", estimó el viernes por la mañana el ejército norcoreano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario