"Seiscientos pesos me parece mucho. A la larga, no es tanta la diferencia si tomo un taxi a mi trabajo o si me voy en bicicleta, pero si el Metro sigue subiendo así, se va a quedar vacío", dice, con enojo, Alicia Escobar (27), que a diario viaja desde Providencia al centro en el tren urbano.
El nuevo incremento fue decretado por el Panel de Expertos, la entidad encargada por ley de decidir mensualmente reajustes al costo del transporte de Santiago, a partir de dos variables: el déficit del sistema y variaciones en el precio del combustible y otros insumos necesarios para el funcionamiento del servicio.
En este caso, el déficit de US$ 700 millones anuales, proyectado en mayo pasado por el gobierno, determinó el incremento.
Esta alza podría no será aislada. Según la ley de financiamiento al Transantiago de US$ 450 millones, aprobada en octubre pasado, el panel podrá decretar otros cuatro reajustes en el año. De esa forma, el pasaje de bus podría llegar a costar $ 620 en 2012.
En ese contexto, un nuevo incremento podría producirse pronto. Algunos expertos piensan que es probable que una nueva alza se produzca en febrero, por el alza del dólar y las variaciones en el valor de los combustibles.
Para el profesor de Economía de la Universidad de Chile Andrés Gómez-Lobo, no es posible analizar el efecto de un alza de $ 20 en el bolsillo de las familias. "No se puede hacer un juicio de bienestar con un solo precio, sino con toda la canasta de precios, es decir, el IPC, y compararlo con lo que ha pasado con los salarios", subraya.
El presidente de la Sociedad Chilena de Ingeniería en Transporte y académico de la U. de Chile, Leonardo Basso, difiere. A su juicio, $ 20 "no es poco para el usuario medio del Transantiago y sí tiene un impacto en el bolsillo. En el régimen actual del transporte público no hay espacio para hacer políticas, porque el panel tiene que hacer cuadrar la caja de un sistema deficitario. Si se quiere tener el subsidio actual con esta calidad, la tarifa va a tender al alza hasta sobre $ 600", advierte.
Agrega que si el sistema sigue subiendo, "se va a profundizar el traspaso de usuarios al transporte privado, lo que está lejos de la idea del gobierno, que diseñó el sistema para competir con el auto".
El experto en Transportes de la UDP Louis de Grange estima que el problema se irá profundizando. "Cada alza por separado no tiene un efecto importante, pero si se suman, sí tienen un impacto. En poco tiempo, el pasaje subió $ 120 y va a seguir incrementándose. No hay forma de evitar nuevas alzas, porque día a día aumentan los costos del sistema y se reducen los ingresos del pasaje, por el crecimiento del país".
Añade que "el gobierno se ha puesto una premisa de acercarse al autofinanciamiento. Con el transporte en superficie es imposible, pero sí con el Metro de Santiago, que es uno de los únicos que cubren los costos operacionales", asevera.
El ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, realizará hoy una fiscalización de la evasión en terreno.
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