Rafael Nadal tuvo un gran año en el 2011, sin embargo no pudo mantenerse en el tope del ranking debido a la increíble temporada del serbio Novak Djokovic, que le ganó en todos los encuentros que los enfrentaron y le quitó el número uno del mundo.
El tenista español, en conversación con el diario "El País" hizo un descarnado análisis de su campaña, en la cual volvió a ganar Roland Garros y la Copa Davis, pero también en la que fue superado ampliamente por "Nole".
"Me faltó ser menos previsible jugando", comienza diciendo el manacorí.
"Soy un tenista demasiado previsible, en muchos momentos de la temporada. Esas son cosas que hay que recuperar para 2012. ¿Que a lo mejor para enero no lo recupero? A lo mejor no, pero hay que recuperarlo para abril", señaló.
Nadal afirma que las constantes derrotas con Djokovic le han minado un poco su confianza, uno de sus grandes fortalezas como profesional.
"Con los años uno pierde un poco de intensidad. La intensidad en la fe en uno mismo, en la concentración, en el ser positivo, en el creer que las cosas van a ir bien", relata.
Por último indica que le faltó en los encuentros que perdió ante el serbio en 2011. "Fallé en nuestro primer partido, en Indian Wells, donde debí ganar, porque el encuentro dependía de mí en todo momento, hasta que empecé a jugar muy mal. Ganar ese partido me habría quitado la ansiedad en muchos otros".
"En Miami, me da un golpe de calor, y aun así lo lucho hasta al final. Por muy poquito no gano. La final que me duele es la de Roma. ¿Qué he hecho mal? No ir más allá. En el tercer set de la final del Abierto de Estados Unidos voy más allá. Voy al límite y le hago a él ir al límite. Si estoy bien en el comienzo del cuarto set, habríamos visto qué habría pasado", concluyó.
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