Martinett cuenta que, siendo un actor jóven en busca de oportunidades en Los Angeles, asistió a un casting para una feria en Las Vegas. Llegó a última hora y recibió las siguientes instrucciones: ser un gásfiter de Brooklyn, que hablara con acento, para un personaje que saldría en un videojuego.
"Pensé en algo con acento pero salía un poco duro, y al final quise hacer una voz muy amable, llena de alegría", cuenta el actor. Así fue como habló por más de media hora. Esa cinta fue enviada a Japón donde Shigeru Miyamoto la aprobó y fue así como Martinett se convirtió en una de las voces más emblemáticas en la historia de los videojuegos. Mario 64 fue el primer título de la saga que llevó su voz.
"Yo no sabía casi nada de videojuegos", señala el actor, "sólo conocía Pac-Man, Pong y Space Invaders". Ahora es distinto, con dos décadas trabajando con Nintendo, Martinett tiene sus favoritos: "Me gustan muchos juegos de Zelda, aunque no los puedo jugar bien. Me encanta Link y me he ofrecido al señor Miyamoto como voluntario para hacer su voz, su algún día decide que el personaje hable".
Charles Martinnet estará este viernes 11 en el Plaza Vespucio, Sector Aires, firmando autógrafos de 10 a 20 horas.
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