Los vulcanólogos han confirmado esta noche que se ha producido el lunes por la mañana una erupción volcánica submarina a unos 5 kilómetros del pueblo de la Restinga, en el municipio herreño de El Pinar, archipiélago español situado frente a la costa de Marruecos.
Esta erupción, según el responsable de Seguridad y Emergencias del Gobierno autónomo de Canarias, Juan Manuel Santana, no ha originado riesgos para la población de la isla (10.700 habitantes y 268 kilómetros cuadrados de superficie).
La actividad pesquera en la zona se mantiene aunque se ha recomendado una zona de protección de cuatro millas alrededor de donde está localizada la erupción.
El fenómeno volcánico se ha visto acompañado de un descenso en la deformación del territorio, que estaba provocado por la presión del magma, y es posible que disminuya también la actividad sísmica.
Los técnicos no descartan que se pudiera producir otra erupción en una zona más cercana a la costa, probabilidad que por ahora consideran baja.
La técnico del Instituto Geográfico Nacional Carmen López dijo que el único escenario que contemplan los vulcanólogos en la actualidad es el de la erupción registrada aunque mantienen la vigilancia volcánica para estudiar la evolución de este proceso.
Explicó que lo que ha evidenciado la existencia de una erupción es la aparición en los sismográfos de la señal denominada tremor, que es inequívoca de un proceso eruptivo y a la que se le ha sumado otros factores como la evolución de la deformación del terreno.
López agregó que de la fisura actual en el fondo del mar sale magma que se queda en las inmediaciones del suelo debido a que la presión de agua que tiene encima le impide subir.
La experta señaló que no hay un patrón definido acerca del tiempo en el que se podría ocasionar una segunda erupción si se diera.
El director general de Seguridad y Emergencias informó de que el semáforo de riesgo volcánico se mantiene en amarillo y señaló que el riesgo para la población ha disminuido al tratarse de una erupción submarina.
Santana confirmó la aparición de algunos peces muertos en la zona y que han podido morir posiblemente debido a los gases procedentes del magma.
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