CARNICERAS DESCUBREN LA COCHEZUELA COMO PLATO DIECIOCHERO

Tiare, Karina y Alejandra son las musas de la carnicería “Don Bruno” en La Florida. Acostumbradas a los piropos de los caseros, aseguran que tienen sólo carne de primer corte y le hacen la cruz a las patitas de chancho.

Uniformadas con pecheras de la bandera de Chile, guantes plásticos desechables para trozar la carne y esponjas con desinfectante para limpiar sus cuchillos, Karina González (38), Tiare Gutiérrez (20) yAlejandra Lagos (¿?) se han hecho un nombre en La Florida.

Las curvilíneas maestras de la carnicería “Don Bruno” guapean en los frigoríficos, no aceptan piezas de carne con exceso de grasa y, sobre todo, ocupan sus atributos femeninos para no tener que cargar media vaca muerta hasta su automóvil y, menos, trozar a mano un animal, si “los hombres lo hacen gratis”.

“No conocemos otras mujeres carniceras y eso es un plus, porque en los frigoríficos todos nos atienden con cariño, nos trozan gratis los animales que a otras carnicerías les sale bien caro y nos ayudan a cargar la mercancía. Con los clientes también nos va bien, sobre todo con los hombres, que para hacerse los machos nunca se llevan sólo un bistec, sino 3 ó 4”, asegura Karina la dueña del local.

PITUCAS EN OVEROL

Emprendimiento femenino que esta asistente jurídico comenzó el año 2009, sumando a su hija y una amiga. “Cuando empezamos no sabíamos nada de carnes, sólo que era buen negocio, bajamos información de Internet y nos pusimos a estudiar las partes de un animal. Luego hicimos torpedos con los platos que se pueden hacer con cada tipo de carne y lo pegamos en la vitrina”, recuerda sonriendo González.

-¿Los clientes las miran con desconfianza o preguntan por el carnicero?

-Mi carnicería se llama “Don Bruno” por mi hijo de 7 años entonces, al inicio, la gente pedía que las atendiera el maestro Bruno, cuando les decíamos que era mi hijo y que las maestras éramos nosotras quedaban plop. Pero se han acostumbrado, sobre todo las mujeres porque tenemos todo muy limpio, el olor a carne no se siente, no hay sangre en nuestras bandejas y menos tenemos cabezas de chancho o patitas de ese animal.

-¿Los hombres piropean a las carniceras o es un terreno donde ellos quieren mandar?

-Siempre nos tiran tallas de doble sentido con la carne, pero nosotras tenemos el cuchillo por el mango literalmente. Ayer, por ejemplo, vino un uniformado y pidió carne para asado, nosotras le recomendamos unos cortes y no podía creer que supiéramos de asados. Nos quedó mirando con detalle cómo cortábamos los trozos y después hasta nos felicitó.

-¿Qué carnes recomendarían para el asado del 18?

-La gente siempre pide carnicero para tirar a la parrilla, no conoce otra carne y esa pieza tiene un nervio muy grueso en el medio y es difícil de cortar. Nosotros recomendamos huachalomo, que tiene una grasita que se deshace en la parrilla, las entrañas, que son muy sabrosas, o la plateada, que no tiene nada de grasa y se hace vuelta y vuelta.

-¿Qué carnes compran más los chilenos?

-Lo que más piden es la posta, el choclillo y los bistec. Ojo que no el bistec para visita, sino los gruesos y para la once, la gente se gasta sus buenas lucas en comer, porque aunque estén escasos de dinero pueden dejar los cosméticos o la ropa, pero nunca la comida. Por eso es buen negocio y hasta hemos aprendido nuevos cortes y partes del animal como la cochezuela, es un cartilago muy sabroso que los abuelitos hacen en sopas porque aseguran mejora el reumatismo y otras cosas...