De acuerdo a la distribución de números dentro del Barcelona, Alexis Sánchez debería ocupar la dorsal "9" durante su estadía en el cuadro catalán (también podría usar la 12, aunque es poco probable), situación que lo obligará a romper la "maldición" de los jugadores que han vestido en los últimos años dicho número de camiseta.
En la historia del Barça los más destacados "9" han sido Johan Cruyff en los 70's y Ronaldo en los 90's (aunque sólo una temporada), mientras que entre las grandes decepciones destacan Guillermo Amor (donde habría comenzado la maldición), Jordi Cruyff (hijo de Johan) y Meho Kodro, entre varios otros. También hubo algunos que mostraron regularidad como Sonny Anderson y Patrick Kluivert, aunque este último siempre fue cuestionado, situación que se vio acrecentó al estar siempre a la sombra de un poderoso Real Madrid.
El último delantero azulgrana que ocupó el nueve en su espalda con éxito fue Samuel Eto'o. El camerunés era una de las figuras del equipo, pero la intención de Josep Guardiola de buscarle el mejor lugar en la cancha a Lionel Messi lo hizo perder protagonismo, terminando con una nada amistosa salida.
Y es que según la prensa española, la relación entre el DT y "Samu" se quebró por el "factor Messi". Recordado es el incidente en un duelo ante Betis, cuando Pep metió al argentino desde la banca y le pidió al camerunés jugar por la banda. Eto'o no escuchó y se mantuvo en el área, y tras anotar el gol del empate final se dirigió a la banca y con todo desafiante le gritó al técnico: "¡Te lo he dicho!".
Zlatan Ibrahimovic debía llegar como reemplazante de Eto'o, pero el sueco nunca pudo adaptarse al esquema "culé". Su personalidad díscola ante la autoridad de Guardiola lo hicieron perder bonos con el DT y los dirigentes, mientras en cancha aparecía como un "tapón" a las subidas de Messi. Al final, también debió partir.
Así se llega al último dueño de la "9", Bojan Krkic, quien debutó con Rijkaard en la campaña 2007-2008 marcando diez goles en su primer año, sin embargo hasta la partida de Ibrahimovic siempre aparecía sólo como un jugador de la reserva. Pero eso hasta el año pasado, cuando asumió la anhelada dorsal.
Pero el canterano no logró consolidarse nunca dentro del esquema del equipo, y quedó como alternativa para los segundos tiempos o para permitir descanso a los titulares. La explicación es clara: su estilo de juego es de delantero centro, lo que no se adapta al vértigo ofensivo que ha impuesto Guardiola, por lo que ahora fue vendido a la Roma.
La tarea de Sánchez
Este es el escenario que encontrará Sánchez, aunque el tocopillano sólo hará uso de la camiseta nueve, y no de la posición de centrodelantero que tenían sus tres antecesores. Su estilo se adapta más a lo que presenta el Barça, por lo que llega para complementar el juego por las bandas y potenciar el juego colectivo, y no para quitarle protagonismo a los demás jugadores.
Así el "Niño Maravilla" tendrá que lidiar con lo mismo que ocurrió con su ídolo Cristiano Ronaldo cuando llegó al Real Madrid, quien en la primera temporada debió cambiar su apodo de "CR7" a "CR9", lo que duró hasta la partida de Raúl. En el caso de Sánchez, debería pasar de "AS7" a "AS9", puesto que es muy poco probable que David Villa le ceda su tradicional numeración.
Además otro de los números que queda disponible es el 4, dorsal que los catalanes le están reservando a su segundo gran fichaje para la próxima temporada: Cesc Fábregas.
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