El Gobierno de Moscú volvió a insistir hoy en la necesidad de garantías de que el futuro sistema de defensa antimisiles emplazado en Europa no estará orientado contra Rusia.
"La persistente falta de deseo de refrendar en papel de que no se apunta contra Rusia suscita dudas. Confío que las disiparemos", declaró hoy el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Lavrov destacó en especial la importancia de cada detalle para garantizar la estabilidad estratégica en Europa, como el emplazamiento geográfico de los elementos de la defensa antimisiles, la cantidad de cohetes interceptores, su alcance y velocidad.
"No se puede ignorar un solo detalle, incluso técnico, pues de ellos dependerá, como advirtió el presidente Medvédev, en qué Europa viviremos en menos de 10 años", recalcó.
El jefe de la diplomacia rusa insistió en que las negociaciones con Estados Unidos y la OTAN sobre la defensa antimisiles europea "no son lo suficientemente rápidas".
"Estamos convencidos que hay que comenzar por el concepto y la arquitectura conjunta de la futura defensa antimisiles europea", dijo Lavrov al intervenir hoy en Kaliningrado, enclave ruso situado en la antigua Prusia, entre Lituania, Polonia y Bielorrusia.
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