Un vocero del movimiento de protesta conocido como 15-M (por el 15 de mayo, día en que comenzaron las manifestaciones), dijo que la decisión, prevista originalmente para el sábado por la noche, se ha aplazado a fin de analizar varios temas pendientes.
El portavoz, citado por la agencia Europa Press, que no lo identificó su nombre, dijo que para este domingo está prevista la reanudación de discusiones sobre el futuro de las protestas. Horas antes, algunos participantes dijeron que la policía había disuelto algunas concentraciones en la capital española.
Sin embargo, el gobierno en Madrid desmintió esa información. Las protestas algunas emprendidas desde el lunes, continuaron de manera pacífica hasta la madrugada, y los organizadores descartaron que fueran un desafío a la autoridad porque sus actos no eran proselitistas, de cara a las elecciones regionales y municipales del domingo.
En España están prohibidas las movilizaciones y actos de propaganda durante la llamada “jornada de reflexión” que antecede a los comicios. Pero el Movimiento 15-M, que encabeza las protestas, afirmó que las movilizaciones concluirán cuando los ciudadanos lo decidan.
Los inconformes que exhibían carteles y gritaban lemas a coro censuraron lo que describieron como abusos e ineptitud de los políticos con las medidas adoptadas frente a los problemas financieros en el país.
España tiene una tasa de desempleo de 21,3%, la más alta entre los 17 países de la Unión Europea que utilizan al euro como moneda.
“Manos arriba, esto es un atraco”, “el pueblo unido jamás será vencido” y “lo que llaman democracia y no lo es” eran algunos de los lemas de los manifestantes, de acuerdo con Europa Press. Los inconformes reunidos en la Puerta del Sol, la conocida plaza madrileña, observaron a las 21.00 horas un minuto de silencio, en señal dijeron de respeto por la jornada de reflexión.
Las calles de acceso a la plaza estaban atestadas de manifestantes que participaban en diversos mítines. Las movilizaciones se han propagado a distintas localidades de España y son similares a las ocurridas en Grecia, Portugal e Irlanda, las naciones de la Unión Europea más afectadas por la recesión reciente.
El sábado, los españoles no sólo protestaron en su país. En Perú decenas se concentraron frente a la embajada de España en Lima con carteles que decían “el poder nos teme porque la revuelta enamora” y “no hay pan para tanto chorizo”.
“La población española ya no puede soportar más y se echó a la calles. Estamos desde Lima los españoles que vivimos aquí apoyando las revueltas a todos los compañeros españoles”, dijo a la AP Juan Espósito, un español residente en Lima.
Espósito dijo que “se han hecho manifestaciones en las embajadas de España y se está contagiando la revuelta social en otros países debido a los recortes sociales generados por la crisis del gobierno español”.
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