El actual campeón olímpico de maratón, el keniano Samuel Wanjiru, de 24 años, murió en la madrugada del domingo al caer del segundo piso de su domicilio en Nyahururu, este de Kenia, a 150 kilómetros de la capital Nairobi, tras una disputa conyugal, anunció la policía.
"Por el momento no podemos afirmar si se suicidó o se trata de un accidente", dijo un responsable de la policía regional, Jasper Ombati.
"Cayó del balcón de su casa después de una pelea con su esposa, Trizah Njeri. Lo encontramos tirado con el cráneo fracturado," agregó Ombati.
"Murió poco después de haber sido trasladado a un hospital", señaló la fuente policial.
Según las primeras pesquisas de la investigación policial, la nueva disputa conyugal estalló cuando Njeri descubrió el domingo a su marido en su domicilio en compañía de otra mujer.
Los agentes interrogaron este lunes a la esposa y a la otra mujer para determinar las causas de la caída del corredor.
"La teoría que nos están ofreciendo su mujer y un testigo es que regresó a casa ebrio de un bar y se hallaba acompañado de una mujer. Cuando su esposa le preguntó por qué vino con una mujer, se produjo una discusión, por lo que se lanzó desde el balcón y murió", prosiguió Ombati.
"También hay otra teoría. Durante la discusión, su esposa se escapó de su dormitorio y su marido corrió tras ella, pero ésta cerró la puerta de la escalera y Wanjiru buscó otra alternativa para salir, por lo que saltó del balcón al suelo y murió", dijo.
Por su parte, el jefe de la policía nacional, Mathew Iteer, declaró a la prensa que "las primeras informaciones señalan que se suicidó".
Actual campeón olímpico, Wanjiru era también el atleta más jóven de la historia en haber triunfado en cuatro grandes maratones (Pekín 2008, Londres 2009 y Chicago 2009, 2010).
A la edad de 21 años, en Pekín, Samuel Wanjiru se había convertido en el campeón olímpico de maratón más joven desde 1932 y el primer keniano en ganar la medalla de oro en esa disciplina.
Con un tiempo de dos horas, 6 minutos y 32 segundos, Wanjiru batió el anterior récord olímpico que ostentaba el portugués Carlos Lopes (2:09:21) desde 1984, a pesar del calor y la humedad de Pekín.
El corredor, de mirada infantil (1,64 m/52 kg), surgió como un serio competidor al título del maratoniano más rápido que retenía el etíope Haile Gebreselassie.
Mientras que el veterano Gebreselassie mejoraba su marca en 2:03:59 en Berlín el 28 septembre 2008, la prodigiosa carrera deportiva de Wanjiru se eclipsó en los últimos meses por reiterados problemas conyugales.
Su esposa había acusado a Wanjiru de haber intentado asesinar con un arma al portero de su domicilio y a ella misma el 30 de diciembre en Nyahururu, antes de retirar finalmente su denuncia el pasado mes de febrero, asegurando que la pareja había resuelto las desavenencias.
El atleta sufrió un accidente de automóvil el pasado mes de enero y renunció a correr el maratón de Londres en abril por problemas en la rodilla.
Wanjiru, en cambio, todavía debía comparecer ante un tribunal de Nyahururu el 23 de mayo por posesión ilegal de un arma.
"La muerte de Wanjiru es una pérdida para su familia y sus amigos, pero también para Kenia y toda la comunidad mundial del atletismo", expresó el primer ministro keniano, Raila Odinga, y recordó que el maratoniano representaba la mayor esperanza del país en los Juegos de Londres-2012.
"Espero que sus hazañas inciten aún más a los jóvenes para tomar el relevo donde lo dejó", concluyó Odinga.
Wanjiru se trasladó a Japón en 2002 después de haber obtenido una beca para estudiar en el liceo Sendai High School.
Desde ese momento, el atleta dividió su tiempo entre el país nipón y Kenia, donde se entrenaba al pie del Monte Kenia y donde residía con su mujer Trizah Njeri y su hija que nació en 2007.
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