“No estamos acá para hablar de la Iglesia ni de temas políticos”, dijo Bruce Dickinson en la conferencia de prensa. Además, dio su receta para los 36 años de carrera de la banda: “Tomar mucho después de los conciertos”.
Problemas con la policía argentina en el aeropuerto de Buenos Aires retrasaron la llegada de Iron Maiden a Chile por más de 40 minutos. Pero la demora no impidió que la banda ofreciera la conferencia de prensa agendada en el hotel Sheraton, donde confirmaron el fuerte nexo con nuestro país:“Chile es el mejor escenario en el que hemos tocado”, dijeron.
Al inicio de la conversación con la prensa, el grupo evitó ahondar en los temas que vinculan a Iron Maiden con el satanismo y la política. “Somos músicos, nada más”, coincidieron los músicos de la banda.
“Es fantástico estar acá nuevamente en Chile, no estamos acá para hablar de la iglesia ni de temas políticos, así que no existe ninguna revancha contra la Iglesia”, señaló el líder de la banda, Bruce Dickinson en relación al recuerdo de la prohibición que impidió a la banda tocar en nuestro país en 1992.
El grupo sí tuvo comentarios al ser consultados por el alto precio de las entradas para el show de Paul McCartney en el Estadio Nacional. El valor es “ridículo”, comentaron en referencia a los tickets que se encumbran sobre los dos mil dólares (más de un millón de pesos).
Dickinson, además, se mostró bromista al señalar que el secreto de los 36 años de carrera que llevan se debe “a tomar mucho, después de los conciertos”.
Mientras centenares de fanáticos esperaban a un costado del hotel Sheraton, los miembros de la banda se mostraron muy relajados y con ganas de descansar tras la larga espera en el aeropuerto de Buenos Aires.
Pero adelantaron, como dijo el bajista Steve Harris, que el concierto de este domingo en el Estadio Nacional, será “más fuerte” que el presentado en la capital trasandina la noche del viernes.
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