A principios de año se retiraron de circulación 245 buses enchulados. Con ello el número de ex micros amarillas adaptadas al Transantiago se redujo a 868 máquinas que hoy circulan por las calles de Santiago, según los datos del Ministerio de Transportes.
La cifra, en todo caso, corresponde sólo a un 14% de la flota total, por lo que de acuerdo a la cartera "86% de los buses son de estándar Transantiago y por tanto cumplen con lo requerido por el Plan de Descontaminación".
Esta proporción seguirá reduciéndose hacia fines de 2011, cuando culmine la actual concesión de alimentadores, programada para octubre, y se produzca un nuevo recambio a vehículos de mejor estándar.
Sin embargo, los diputados Tucapel Jiménez (PPD), Cristina Girardi (PPD), Enrique Accorsi (PPD), Gustavo Hasbún (UDI) y Mónica Zalaquett (UDI) propusieron ayer al ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, medidas que ayuden a mitigar los índices de contaminación en Santiago por medio de la implementación de filtros a los buses del transporte público.
"Hay alrededor de mil buses enchulados que provocan altos niveles de contaminación, siendo una solución real y efectiva la instalación de filtros que disminuyen en un 99% las emisiones", comentó Accorsi, quien también planteó que se incentive el recambio de estas micros mediante un proyecto piloto".
El objetivo de los parlamentarios es que también se subvencione el gas como alternativa de combustible para la locomoción colectiva tomando en cuenta la buena fuente de abastecimiento de gas por GNL.
"Esto sería un tremendo impacto para la descontaminación no sólo para la Región Metropolitana, sino que además en aquellas ciudades saturadas como Temuco, Talca o Coyhaique", añadió el parlamentario.
El foco, apuntó, debe estar centrado en las fuentes móviles, dado que "no hay un control exhaustivo" de éstas.
Según Accorsi el Gobierno tiene que tener en cuenta que le sale más barato subsidiar el gas que pagar gastos millonarios en salud a causa de la contaminación.
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