Un hombre, dos festivales. Un terreno conocido y otro con timbre de debut. Eduardo Cabezas abre esta noche uno de los períodos más intensos de su agenda: es el productor ejecutivo del Festival del Huaso de Olmué, que parte hoy en El Patagual, y, a fines de febrero, cumplirá el mismo rol en la fiesta mayor, en la celebración con ropaje estelar: el Festival de Viña del Mar.
Ha participado de la elaboración de ambas parrillas, donde se han cruzado sus intenciones -"me gusta que ambas sean diversas", dice- y también sus obsesiones: fue uno de los que más empujó para que el cantante Sting llegara hasta la V región.
"Durante siete años, Olmué se ha convertido en un evento de la casa en Chilevisión y es una suerte de ensayo de lo que vendrá para Viña", puntualiza el ejecutivo en torno al certamen que se extiende hasta el domingo y que, para esta jornada, tiene a Inti-Illimani (con Denisse Malebrán, Amaya Forch y Nicole), el humor de Doña Maiga, Américo y la Sonora Barón. Un día que está agotado desde hace dos semanas. Una velada que se iniciará con un número artístico que recordará sutilmente lo sucedido en el terremoto del pasado 27 de febrero y la agitada cadena de hitos locales que alteraron 2010. Todo con música de Raúl Aliaga, reputado percusionista de grupos como Congreso y Fulano.
Un escenario muy similar a Viña. Cabezas adelanta que la cita en la Quinta Vergara -que va del 21 al 26 de febrero- también comenzará con una mención a todo lo que merodeó el sismo. "De algún modo, nos estamos haciendo cargo de una fiesta que no terminó. Un festival que quedó inconcluso. Entonces, todo eso va a cruzar la apertura, el discurso de los animadores, las imágenes, etcétera". También se planea un tributo a distintos artistas chilenos en algunos de los números iniciales.
Respecto a las cifras, la palabra "agotado" también ronda el léxico de Cabezas al apuntar hacia Viña. Números: ya se ha vendido cerca de un 85% del total de entradas, lo que representa cerca de 55 mil tickets. Un Estadio Nacional completo. "No sé si antes había pasado algo así", comenta el productor, para luego desglosar: las noches con Américo y Aventura (martes 22), Chayanne y Pitbull (jueves 24) y el cierre con Alejandro Sanz (sábado 26) ya han despachado casi todas sus localidades.
Eso sí, parte de la atención está sobre Roberto Carlos, el legendario nombre encargado de abrir los fuegos el lunes 21. Además, el brasileño ha sido el que mayores detalles ha establecido en torno a la televisación internacional de su show: por ahora, no quiere que su presentación salga al extranjero. "El pone condiciones especiales y tenemos que llegar a ciertos acuerdos. Ha puesto hartas restricciones. Si quiere que su show se emita sólo en Chile, lo aceptaremos". Con respecto a otros invitados, Cabezas dice que también se ha exigido en sus contratos que, en los días previos, no pueden participar en ningún otro evento televisado. "Aquí hay otras condiciones, porque está la TV de por medio, a diferencia de, por ejemplo, el Festival de Iquique", comenta.
El cantante del millón de amigos también ha pactado un show de cerca de 90 minutos, lo que pone sobre la mesa otro tema clave: la extensión de sus jornadas. "Estamos por los shows más cortos y les exigimos a los artistas que sus presentaciones fueran acotadas", agrega.
Finalmente, hoy se informó que los últimos fichajes son el humorista Ricardo Meruane y el ascendente grupo tropical Villa Cariño, que cerrará la cita. "No está 100% cerrado, pero va bien encaminado. Mi propuesta siempre fue que Viña cerrara con baile. Y queremos unirlos con una orquesta tropical clásica", cierra Cabezas.
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