Un grupo de 24 ballenas pilotomurieron -diez de ellas sacrificadas- después de quedar varadas en un manglar en la Isla Norte de Nueva Zelandia, informaron hoy las autoridades locales.
El director del Departamento de Conservación en el área, Jonathan Maxwell, dijo que las ballenas llevaban varios días varadas cuando fueron localizadas en las aguas superficiales y el lodo de los manglares en el Puerto de Parengarenga.
Los equipos tuvieron que sacrificar los diez cetáceos que estaban vivos debido a su mal estado y a que era imposible devolverlas al agua por el mal tiempo, explicó Maxwell a la prensa.
En septiembre del año pasado, un grupo de 80 cetáceos murieron varados en una remota playa de la bahía de los Espíritus, también en la Isla Norte del país.
Los científicos desconocen la razón por la que algunas especies de ballenas acaban sus días en las playas, y barajan la posibilidad de que acudan atraídas por los sonares de grandes buqueso que sigan a un cabeza de grupo desorientado por enfermedad.
La ballena piloto, también llamada calderón común, es un cetáceo de frente abombada y cuerpo robusto que puede alcanzar seis o siete metros de longitud.
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