Simplemente un año de ensueño para Universidad de Chile. El cuadro del técnico Jorge Sampaoli se tituló este jueves campeón del Torneo de Clausura al golear por 3-0 a Cobreloa, en el Estadio Nacional.
Los universitarios sellaron así una temporada histórica para el club laico, luego de sumar su tercera corona de la temporada 2011, tras dar la vuelta olímpica en el Apertura y la Copa Sudamericana.
Con la corona de esta noche la U sumó su 15° título en campeonatos nacionales, con una sólida campaña que también la coronó en el ámbito internacional.
Fueron sólo los primeros 10 minutos del partido donde el elenco visitante mostró ambición por abrir la cuenta. Después de eso nada. Gustavo Lorenzetti se adueñó de la mitad del campo y comenzó a hilvanar el juego de los azules.
A los 13’ viene el gran pase de Gustavo Canales que toca para Eduardo Vargas y goleador histórico de la Copa Sudamericana saca una fulminante derecha que se va muy cerca del palo izquierdo del meta Nicolás Peric.
Un minuto más tarde nuevamente los de Sampaoli avisaron. Ahora por medio de Canales, quien saca una derecha desde fuera del área, pero el portero loíno estuvo felino para salvar su arco.
No bajaba la intensidad el elenco laico, y fue a sí que a los 15’ Charles Aránguiz que levanta el centro por derecha y Marcos González que con una impecable volea hace rebotar la pelota en el vertical izquierdo. Era el primero, era un golazo.
Los de Nelson Acosta López definitivamnete no se encontraban. Hugo Lusardi, el hombre encargado de armar el juego, no era el protagonista de otras tardes lo que provocaba la carencia de acciones de los atacantes Nicolás Trecco y Diego Barrios. Además, la zaga daba muchas licencias y permitía un fácil ataque de los azules.
Y el constante juego ofensivo se vio coronado a los 24’ cuando Marcelo Díaz mete un pase milimétrico desde la mitad de la cancha, controla Vargas y se va en demanda del arco, tras dejar la marca de Andrés Oroz, saca el centro y Canales que mete la zurda y hace explotar el Estadio Nacional. Primero de la U.
Pero los universitarios querían más y así fue. A los 28’ arranca desde su territorio Vargas, quien se va en demanda del pórtico y dejando sin poder de reaccionar a Sebastián Roco, el ahora jugador del Nápoles levanta un hermoso globito ante la salida de Peric y la pelota que se introduce al fondo del arco. Golazo de los campeones de la Copa Sudamericana.
A esa altura del cotejo las cartas ya estaban echadas y era sólo un equipo el que mostraba un fútbol contundente, ese era la U, pues Cobreloa poco y nada. Los nortinos nunca encontraron la bola en la mitad del campo, mientras que su zaga cometía errores groseros en la marca.
Para muestra, a los 35 pierde la pelota Oroz y es Aránguiz quien toca para Eugenio Mena, el ex Wanderers que levanta el centro y es Matías Rodríguez, quien había ingresado por un lesionado Canales, que la controla con el pecho y mete un fulminante derechazo que pese a la estirada de Peric el balón se coló en el fondo del arco.
La U estaba inspirada y su rival la dejaba hacer todo lo que quisiera en la cancha. Además, ya habían perdido a Peric por lesión, dando paso al argentino Luciano Palos. Poco antes del término de los 45 minutos los "ole, ole, ole..." caían con bastante intensidad de las tribunas. La historia comenzaba a escribirse para los laicos.
En la segunda etapa el escenario no varió mucho, pese a los cambios que realizó Acosta, con el ingreso de Sebastián Zúñiga por Bryan Cortés y Boris González por Felipe Rojas.
La U se fue con todo en busca del cuarto por medio de Aránguiz y Lorenzetti, pero el meta Palos lo impidió.
A los 65’ la figura de los visitantes era su portero, pues el oriundo de Rosario fue requerido en varias oportunidades. Pero claro, era una final y como tal lo loínos querían dejar una buena impresión pese a los tres goles abajo. Así, a los 68’, Nicolás Trecco sacó un potente disparo que dio de lleno en el pilar izquierdo de Herrera. Fue la mejor de Cobreloa en el complemento.
Los nortinos sintieron el golpe de la primera etapa, lo que se vio reflejado en las escasas acciones claras de descontar. Por el otro lado la U se dedicaba a controlar el balón y a ratos provocaba una arremetida de Diego Rivarola, que ingreso por Lorenzetti, y de Vargas. El menudo atacante se despidió a lo grande en Ñuñoa.
Los minutos corrían y la energía bajaba, aunque los locales pudieron aumentar la cuenta, pero todos entendían que el compromiso había terminado en la primera fracción.
Minuto 90 y el juez Enrique Osses alza sus brazos y pone término a la final del Torneo de Clausura 2011. La U se corona campeón, un justo campeón.
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