En la ocasión, el mandatario hizo un llamado a celebrar las fiestas dieciocheras "con alegría y entusiasmo", porque "es una fiesta de la chilenidad" que "llevamos en el alma y el corazón. Es como el amor, que cuesta mucho definirlo. Y así como uno sabe cuando esta enamora, también sabemos que queremos con pasión a nuestro país".
El mandatario, además, recordó en esta fecha de alegría a las víctimas de la tragedia aérea en el archipiélago de Juan Fernández al igual que el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, quien además tuvo palabras para el fallecido Gabriel Valdés, "un gran político y republicano. Espero que esta inauguración sea un homenaje hacia ellos".
Tras los discursos oficiales y el corte de cinta, llegó el momento más esperado de la velada, cuando el presidente, ataviado con un elegante poncho en tonos rojos, entró a la pista de baile para oficiar el primer pie de cueca junto a la intendenta metropolitana, Cecilia Pérez. A su lado, el alcalde Zalaquett junto a su hermana, la diputada Mónica.
Con entusiasmo, el presidente salió adelante en el siempre comentado baile junto a una intendenta que demostró ser una eximia cuequera al son de "La Consentida".
Luego vinieron nuevos pies de cueca al ritmo de las tradicionales "Guatón Loyola" y "Santiago Querido". En la última oportunidad, Piñera bailó con su esposaCecilia Morel, pese a que a la primera dama le había cedido su turno a la intendenta por una dolencia en la rodilla.
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