SANTIAGO.- El ex Presidente Salvador Allende Gossens se suicidó el 11 de septiembre de 1973. Esa fue la conclusión a la que llegó el equipo multidisciplinario de peritos chilenos y extranjeros que analizaron los restos del ex Mandatario.
La información fue confirmada por el director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, quien estuvo a cargo del equipo de peritos y fue difundida primero vía Twitter por fuentes del Poder Judicial.
Los exámenes confirman que fue "sólo un disparo" el que terminó con la vida de Salvador Allende, dijo Bustos.
Luego la versión fue ratificada por la senadora Isabel Allende, quien se habría reunido con el juez Mario Carroza para conocer el contenido del informe.
"La conclusión es la que la familia Allende tenía. Es decir, el presidente Allende, el día 11 de septiembre de 1973, ante las circunstancias extremas que vivió, tomó la decisión de quitarse la vida antes de ser humillado o vivir cualquier otra situación", dijo la senadora.
De esta manera, se confirma la tesis del suicidio, la cual era compartida por la hija del ex mandatario, Isabel Allende, quien aseguró en su momento que el trámite judicial busca constatar la certeza jurídica respecto a lo que ocurrió con su padre.
La senadora Allende se declaró agradecida por el trabajo de los expertos y dijo que la conclusión dará tranquilidad a la familia, que siempre creyó en la versión de los médicos que vieron que Allende estaba solo en su despacho en el momento de su muerte y de que no hubo intervención de terceros.
La investigación de la muerte de Allende, que conduce el juez Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, se enmarca en la presentación de 726 querellas por casos de violaciones a los derechos humanos que nunca antes habían sido investigadas por la Justicia.
Frente a la versión del suicidio surgieron también hipótesis que sugieren que Allende pudo ser asesinado por los militares golpistas que asaltaron La Moneda (sede de Gobierno) tras bombardearla e incendiarla, o que falló al intentar suicidarse y tuvo que ser rematado por uno de sus colaboradores más cercanos.
Tras su muerte, el cuerpo de Allende fue sometido a una autopsia antes de que sus restos fueran trasladados a la ciudad costera de Viña del Mar, pero en 1990, con la recuperación de la democracia, el cadáver fue exhumado y trasladado de nuevo a la capital, ocasión en que fue sometido a un segundo examen forense.
Tras la nueva exhumación del cuerpo, el pasado 23 de mayo, un equipo internacional de expertos, según Bustos, llegó a la conclusión unánime del suicidio.
El equipo estuvo integrado por el tanatólogo español Francisco Etxeverría, la doctora colombiana Mary Luz Morales, la estadounidense Douglas Ubelaker, el perito balístico británico David Pryor y el antropólogo forense argentino Luis Fondebrider.
Bustos explicó que el trabajo pericial tuvo cuatro fases: la comprobación de la identidad del cuerpo exhumado, la causa de muerte (herida de proyectil), la forma (suicidio) y la circunstancia (golpe militar).
Según se ha establecido, Allende se sentó en un sillón de su oficina, afirmó el fusil AK-47 entre sus rodillas y apretó el gatillo, accionando dos proyectiles: uno entró por la barbilla y le salió por la parte posterior del cráneo, causándola la muerte y el otro fue hallado después incrustado en una pared de la estancia.
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