Con la presencia de los presidentes de Uruguay y Bolivia, Paraguay celebro su bicentenario como nación libre.
Bajo una lluvia que a momentos se tornaba bíblica y diversos apagones, mientras se efectuaba el Tedeum en la catedral.
Pero la lluvia no fue impedimento para que miles de paraguayos y visitantes pudiesen presenciar el desfile militar, policial y civil sobre la avenida Mariscal López, cuyo principal atractivo fue la marcha de unos 2.900 reservistas.
Ex miembros del Centro de Instrucción Militar de Estudiantes que hoy se desempeñan como empresarios, sindicalistas, profesionales y políticos, entre quienes estuvo el vicepresidente de Paraguay, Federico Franco.
Tanto la mandataria de Argentina como también la de Brasil, no pudieron estar presentes por razones medicas, pero si asistieron sus cancilleres.
Además a los festejos asistieron las delegaciones diplomáticas de unos 50 países.
Un momento de tensión vivieron los invitados, cuándo se produjo un apagón en la Catedral a la hora del Tedeum, en el momento que se escucho un fuerte estruendo debido a un rayo.
Foco de tensión:
Cerca de unos 5.000 uniformados fueron ocupados para resguardar la seguridad de las autoridades nacionales y de los invitados, debido a que se temía el ataque del grupo paramilitar Ejercito del pueblo paraguayo, un grupo de ideales marxistas y a los cuales se le atribuyen múltiples delitos, como secuestros y asesinatos.
Tras un almuerzo los presidentes Lugo, Mujica y Morales efectuaron una reunión protocolar del bloque de integración Urupabol.
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