La intensidad de los ritmos urbanos caribeños se hizo sentir la noche del viernes en el Movistar Arena, cuando el puertorriqueño Daddy Yankee, el "Jefe" del reggaetón, contagió con sus ritmos tropicales y su música candente a más de 10 mil fanáticos.
Con la misma potencia del sol de su Puerto Rico natal, el reggaetonero mayor de la década obsequió a los santiaguinos con un espectáculo en el que repasó tanto sus éxitos discotequeros más pegadizos como los temas de su último álbum, "Mundial", disco del año en los Premios Billboard a la Música Latina 2011.
Adornado con la indumentaria propia de los juglares urbanos, pantalones anchos, chaqueta, colgante y gorro, el cantante saltó a la arena con una puesta en escena futurista -que incluía más de 70 cañones de luz, unos 60 reflectores y varias pantallas-, para disparar uno de los sencillos de su último disco, "Descontrol".
Ya entonces el público supo que había llegado la hora de bailar y no paró hasta que el "Jefe" se retiró de la pista. "Pose" y "¿Qué tengo que hacer?", dos temas que forman parte de la banda sonora de la película "Talento de barrio", interpretada por el boricua, terminaron por desatar la energía en el respetable.
"Santiago, estás listo para el fuego del Caribe. Prepara a tu pareja que esta noche lo que hay es puro fuego", lanzó Daddy Yankee, antes de abalanzarse sobre "Despedida" y "Somos calle", una canción dedicada a los barrios humildes latinoamericanos, de donde es originario.
Con una habilidad pasmosa para fabricar rimas, Daddy Yankee aprovechó constantemente los intermedios de las canciones para recitar frases ingeniosas, algunas confeccionadas con las palabras que podían leerse en las numerosas pancartas que adornaban el recinto musical.
"Nuestro amor se acabó", "Mayor que yo" y "Machucando" trajeron los ritmos más clásicos del reggaetón y estuvieron acompañados con pirotecnia y con el movimiento sensual y acrobático de ocho bailarines.
"Parabrisas" proporcionó uno de los momentos "clásicos" de los conciertos del reggaetonero. Ese instante de comunión entre el público y el artista en el que éste pide al respetable que convierta el escenario en una auténtica galaxia, gracias a la iluminación y el vaivén de millares de celulares.
Ante el espectáculo visual, el "Jefe" del reggaetón aprovechó para capturar varias fotografías del público y anunció que en ese mismo instante las colocaba en Twitter, "para que el mundo sepa lo que hicimos en Santiago", dijo.
"Lo que pasó, pasó", "Llamada de emergencia" y "Danza kuduro", éste último, un tema de Don Omar, precursor de la fusión de ritmos urbanos junto a Daddy Yankee, pusieron "patas arriba" al Movistar Arena.
"Los vamos a dejar ahora con la canción que marcó la música urbana en el mundo entero", sentenció el cantante, antes de lanzarse sobre su sencillo más popular, "Gasolina".
"Rompe", "Ella me levantó" y "El ritmo no perdona (Prende)", coronadas con una lluvia de papelillos, pusieron fin a hora y media de música candente.
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