Nombres como Kanye West, The Killers y Jane's Adiction son algunos de los que más resaltan a la hora de visualizar cómo será la versión chilena de Lollapalooza del próximo 2 y 3 de abril. Pero según se desprende de la información difundida por los organizadores esta mañana, no toda la acción del festival ocurrirá sobre los escenarios.
El evento tiene programadas una serie de actividades paralelas, pensadas para diversos públicos y que son parte del espíritu del festival desde sus inicios. De hecho, la primera versión de Lollapalooza, de 1991, incluyó stands de ONGs, exposiciones de arte y un salón con juegos de realidad virtual.
Para la cita del parque O'Higgins -a la que se espera asistan cerca de 50 mil personas diarias- los organizadores definen por estos días los detalles de diversos talleres y áreas especiales con las que contará el evento. Una de éstas es Kidzapalooza: un sector dedicado a niños, ubicado cerca de Fantasilandia, y que contará con la participación de grupos como Los Pulentos, Plumabits, Achú, Joe Vasconcellos y el dúo de magia Magic Twins.
Según explican los responsables del evento, la idea es que además algunos artistas del cartel principal también participen del sector infantil e interactúen con los asistentes, algo que Perry Farrell -líder del grupo Jane's Adiction y creador del festival- suele hacer.
Lo mismo con una zona de pintura, en la que de acuerdo a lo informado en el sitio de Lollapalooza, un reconocido artista te ayuda a "crear una obra maestra".
Otra de las características históricas de la cumbre musical es su espíritu ecológico, algo que no faltará en esta versión local: en los accesos del parque estará zona "Green spirit", donde se podrán hacer picnics en el "mercado de los agricultores", o adquirir productos sostenibles.
Junto a esto, habrá también actividades como la llamada Rock Star Video Karaoke, en la que se puede elegir una canción y cantarla con los accesorios del artista favorito, para luego grabarla y llevarse el registro a la casa. O la "Zona de tambores", donde cualquiera puede sumarse con algún instrumento de percusión en un espacio dedicado a la improvisación. Además, el festival contará también con talleres de break dancing, de hip hop, de skate y malabarismo.
Otra de las instancias llamativas del evento es la Zona de autógrafos, en la que se dispondrá de un espacio para que los artistas estampen su rúbrica en las hojas de papel o poleras de sus seguidores.
A todo esto se suma el llamado Lounge Vip, que a diferencia de otros recitales no apunta a una mayor cercanía a los escenarios, sino que su objetivo es ser una zona de confort y atención exclusiva. La entrada para ese sector cuesta $160 mil, y da acceso a degustaciones de comida, cervezas y vinos; baños y áreas de descanso y actividades exclusivas organizadas por las marcas que auspician el evento.
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