La vida del esquiador austriaco Hans Grugger no está en peligro, pero el riesgo aún existe, según revelaron hoy los médicos que lo operaron el ayer en la cabeza tras la caída que sufrió en el entrenamiento para el descenso en la Copa del Mundo Kitzbühel.
Alexandra Kofler, directora de la clínica de Innsbruck donde está ingresado, describió su condición como estable. "Pero el riesgo no ha desaparecido", agregó en televisión.
Grugger, de 29 años, fue operado durante cinco horas tras sufrir graves lesiones en la cabeza por una caída en la difícil pista Streif.
Kofler explicó que aún no se conoce el alcance pleno de las lesiones a pesar de la exitosa operación, y alertó de que podría haber aún complicaciones.
"El paciente está ahora en un coma inducido y estará en ese estado durante un tiempo", dijo Kofler a la cadena de televisión estatal ORF.
Grugger también sufrió fractura de costillas, una contusión pulmonar y otras lesiones menores.
El accidente recordó al del suizo Daniel Albrecht también en Kitzbühel hace dos años. El esquiador pasó tres semanas en coma inducido y regresó a la competición el mes pasado.
Grugger perdió el control en el salto Mausefalle, en el que los esquiadores vuelan 60 metros. Inmediatamente quedó inconsciente tras golpearse la cabeza sobre el suelo helado.
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