lunes, noviembre 28, 2011

La complicada enfermedad que dejó fuera de la TV a Eduardo Domínguez, creador de Rojo


"La televisión te pide todo, pero tú no le puedes pedir nada", dice Eduardo Domínguez, el director que junto a Rafael Araneda convirtió al programa Rojo, Fama contra Fama en éxito y que sufre una  enfermedad neurológica que afecta el sistema nervioso y el sistema motor que determinó que TVN no le renovara contrato.


Hace tres años que la vida de Domínguez dio un giro de 180 grados. Estaba en su departamento en Punta Puyai, Papudo, mirando el mar desde su terraza, cuando sintió un mareo que casi lo dejó en el suelo. Sin darle mucha importancia se reincorporó, y esa misma noche salió a caminar por la playa. No alcanzó a desplazarse muchos metros y perdió la visión. Nuevamente estuvo a un paso de desplomarse. Rápidamente viajó a Santiago para someterse a una serie de exámenes que determinaron el mal. Uno de los principales nombres detrás de las cámaras, realizador de programas como Noche de Juegos, Venga Conmigo, Gigantes y Usted, Noche de Gigantes y Más Música, se enfrentó a un obstáculo que jamás se le cruzó por la mente.

Domínguez era conocido por ser exigente y exigirse al máximo. Podía viajar a Estados Unidos por el día y volver a trabajar al día siguiente. "El ritmo de trabajo me pasó la cuenta. Trabajaba de lunes a domingo, sin parar. La televisión te pide todo pero tú no le puedes pedir nada. Al final uno se pregunta para qué, si lo más importante es la familia", dice hoy, cuando por primera vez habla de su situación, sentado en el living de su departamento en Las Condes, donde vive con dos de sus cinco hijos.  "La vida se te va como si nada", reflexiona el director. "Ahora veo poca televisión, veo películas más que nada".
¿Siente nostalgia de los estudios televisivos?
No. Sé que si estuviera bien de salud, podría estar donde quisiera.
¿Cómo fue su salida de TVN?
En el canal se portaron bien conmigo. Pero hay que entender que los canales son empresas y, como tales, no tienen humanidad. Aunque puede haber quienes trabajen en esas empresas que sí tienen humanidad.
¿Hay alguien que le decepcionó? 
Muchas personas. Uno se sorprende, pero como nunca me creí el cuento, sabía que tarde a temprano la televisión, con lo demoledora que es, te pasa la cuenta cuando no puedes darle el 100%.
¿El final de Rojo influyó? 
En el canal que muchos opinaban que Rojo -que estuvo en pantalla desde 2002 a 2008, marcando peaks de 53 puntos de rating- debía volver después de un descanso y así se planteó. Luego vinieron cambios de ejecutivos y todo se volvió confuso. De pronto, el programa se convirtió en algo de lo que prácticamente no se podía hablar... Rojo le dio mucho al canal, el año que lanzaron la teleserie de Los Capo fue Rojo el que salvó a TV de los números rojos. Fue un producto que se exportó con éxito.
De hecho, Calle 7 incorporó elementos de Rojo... 
El Baile era un acápite de Rojo. Hoy los programas son exactamente lo mismo... Falta creatividad y nuevos talentos. Todos están por importar formatos internacionales en vez de producir formatos nacionales. Rojo fue el último gran programa de factura nacional. Por eso la idea era hacerlo descansar y luego traerlo de vuelta. Hay mucho interés en la gente por el talento joven.
¿A quién destacaría de los rostros de hoy?
Francisca García Huidobro es transparente, dice lo que piensa. Tiene carisma y clase. Además, es muy amiga de sus amigos y conmigo se ha portado muy bien. La conozco hace mucho y tenemos una amistad más allá de la farándula.

CON BOWIE Y RAFAEL ARANEDA
Desde David Bowie a Julio Iglesias, desde Fito Páez a Rafael Araneda figuran en la lista de la gente que ha trabajado con Eduardo Domínguez Vial. Menor de doce hermanos, su padre fue secretario general de la Universidad Católica y gran responsable de su pasión por la pantalla. "Caminaba junto a mi hermano Sebastián por el centro, el año 61, y vimos un montón de personas reunidas afuera de una vitrina, justo al frente del Ministerio de Defensa. Ahí, vi por primera vez que una cámara apuntaba hacia la gente y me encantó", recuerda sobre el inicio de la pasión de su vida.

"Al año siguiente fue el Mundial de Fútbol y mi papá fue muy práctico: Como sabía que éramos todos fanáticos del fútbol, compró un televisor. Y cuando eran los partidos nos juntábamos como 45 personas frente a la tele: el de la botillería, los amigos del barrio... Y en los entretiempos bajábamos a jugar un partido".

Domínguez dirigió videoclips de La Ley, Fito Paéz, Myriam Hernández y Pandora, entre otros. Se entusiasma al hablar de las historias detrás de las transmisiones y recuerda cómo preparó la transmisión del primer megarecital que se realizó en Chile, el de Rod Stewart, durante del verano de 1989. "Era muy gracioso ver a Rod jugando fútbol con los trabajadores chilenos encargados de montar el escenario... Ellos le decían '¡ya poh Rod, pásala!'", cuenta.

Desde la extravagancias de Cyndi Lauper y David Bowie, hasta el magnetismo de Julio Iglesias y la sencillez de Ray Charles, el director trabajó con artistas de talla mundial.

De Rafael Araneda, con quien trabajó durante una década, señala que siguen hablando de vez y que lo llamó antes del Festival de Viña para desearle suerte en la animación. "Me gustó como lo hizo", comenta.
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