Ya de por sí, la imagen de Cristian Castro parece contrastar muchísimo con la de un cantante rocker. La música y sobre todo el look del mexicano ingresan perfecto en el rótulo de ícono romántico.
No obstante, él nunca negó su afición por el rock más poderoso. Todo lo contario: poco a poco se fue develando como un fanático del metal.
Una de las muestras más visibles es el tatuaje que luce en su espalda. El símbolo de origen fálico y que ha dado innumerables dudas sobre la sexualidad del vocalista, es en realidad el dibujo de la portada de un demo de Tool, banda norteamericana de metal progresivo.
Pepsi ayudó a que Cristian Castro cumpla su sueño y pise un escenario como un típico (estereotipado) cantante del género. La publicidad, que tiene un sentido irónico bastante grande y que de modo cómplice bromea con el intérprete, se estrenó en los últimos íias en Argentina.
Seguramente en no mucho tiempo podremos ver al músico de 36 años brindar un recital rocker…
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