Las grandes celebridades, las que realmente perduran y llenan estadios y corazones deben tener talento, dotes artísticos y una protección comercial detrás.
Sin embargo hay un aspecto que realmente marca a diferencia y demuestra quién es realmente una estrella fugaz y quién quedará atrapado a la gravedad cual astro espacial por toda la eternidad: ese condimento esencial se llama grandeza humana y Justin Bieber la acaba de demostrar.
¿Quieres saber por qué?
El canadiense de 17 años está realizando su gira por Latinoamérica. Antes de su presentación en Mexico, se sorprendió al ver en las noticias a las fans desconsoladas que no habían podido conseguir entrada. Los tickets se habían agotado media hora después de que las ventanillas de venta abrieron su persiana.
Justin quedó impactadísimo con las imágenes, en particular con la de una niña que estaba tirada en el suelo llorando desolada: la niña llevaba horas esperando y no lograba volverse a su hogar con la entrada. En un llanto incesante la joven confesó que ya no tenía más ganas de vivir.
Sin dudarlo, el novio de Selena Gomez, entró a Twitter para pedirle ayuda a sus fanáticos había que encontrar a la niña. Faltaban pocas horas para que comience el show y él publicó el enlace del vídeo escribiendo: “Necesito la ayuda de todo el mundo. EN MENOS de 24 horas. Necesitamos encontrar a esta chica… Está en el segundo 30. ¡AYUDA! Gracias”.
No sabemos cómo terminó la anécdota, si ella pudo conocerlo e ir al concierto. Sólo sabemos que los grandes artistas no son sólo los que saben cantar y bailar…
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