El diario Le Mondereveló que el Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, conocía, desde que fue ministro del Interior (2002-2004) las "tentaciones" y "costumbres" (sexuales) del ex director del FMI Dominique Strauss-Kahn (DSK), mucho antes que estallara el escándalo de la camarera n el hotel Sofitel de Nueva York. Y poseía informaciones susceptibles de convertirse en armas políticas.
Le Monde, citado por el diario español ABC, revela que cercanos a Sarkozy estaban dispuestos a filtrar algunas de esas informaciones confidenciales, cuando la campaña presidencial estuviese en una etapa avanzada.
El vespertino francés habla de una nota confidencial (llamada nota blanca) redactada por la policía y entregada a los servicios de segurudad de Interior, según la cual el ex director del FMI habría sido sorprendido en el interior de un automóvil "en una posición muy elocuente", en un conocido lugar donde se pagan servicios sexuales al oeste de París.
Como Strauss-Kahn era en ese minuto una personalidad relevante, se procedió de esa forma con la información policial obtenida, la que incluso se hacía llegar hasta el Presidente de la República.
Liberation reveló días pasados que DSK decía que lo vigilaban y espiaban en la actualidad desde el Ministerio del Interior, a cargo de, Claude Gueant, fiel a Sarkozy, que ya era director de gabinete cuando el actual presidente era ministro del Interior.
En su momento el semanario Le Nouvel Observateur reveló que un importante ministro (aludiendo a DSK) había sido descubierto por la policía cuando visitaba un famoso club de intercambio de parejas. Y un banal control policial, en la periferia del bosque de Boulogne, frecuentado por prostitutas habría permitido "controlar" policialmente a DSK en el momento máximo de su fama como posible candidato socialista a la pasado elección presidencial, el 2006 o 2007, consigna ABC.
Nicolas Sarkozy estaba al tanto de todos esos antecedentes cuando propuso oficialmente a DSK como director del FMI, según Le Monde. Incluso la "guardia pretoriana" de Sarkozy hubiese podido filtrar algunas de esas informaciones si el escándalo del Sofitel no hubiese estallado "antes de lo previsto", como comentó con ironía un diputado conservador, hace unos días.
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