Los recintos repletos de público han sido el hábitat natural de la banda irlandesa U2durante más de tres décadas de carrera, pero si había un desafío que el grupo se planteó al diseñar el complejo 360 Tourera llevar el rock de estadios que tienen en su ADN como grupo a otro nivel.
El resultado de esa empresa quedó a la vista para las 80 mil personas que la noche del viernes repletaron el Estadio Nacional, en el inicio del tramo sudamericano de la nueva gira de los irlandeses, que cuenta con una de las puestas en escena más impresionantes que se haya visto en algún escenario del mundo.
Luego de una celebrada presentación de 45 minutos de los ingleses Muse, y con "Gracias a la vida" en versión de Francisca Valenzuela sonando de fondo, el cuarteto que lidera Bono entró caminando al escenario a las 21.40 horas, destando la euforia de un público devoto que esperó su regreso por casi cinco años, y, en el caso de los 3 mil que se instalaron en la zona más próxima al escenario, cerca de 40 horas de vigilia en el recinto de Ñuñoa.
"Beautiful day" fue el tema escogido para comenzar el show, acompañado de un “los extrañamos Chile” de parte de Bono. Le siguieron "I will follow", "Get on your boots", "Mysterious ways" y "Elevation", donde comenzó a revelarse toda la magnitud de “la garra”, la gigantesca estructura que acompaña a la banda en este tour, y que incluye las parrillas de luces y una pantalla circular.
Abajo, los cuatro músicos siguieron despachando clásicos como "Sunday bloody sunday" y "Miss Sarajevo", y los cuatro –incluyendo al baterista Larry Mullen- haciendo gala de la particular forma del escenario en 360 grados, dirigiéndose hacia todos los sectores de púbico que los rodeaban y, en el caso del guitarrista The Edge y del bajista Adam Clayton, paseándose por las escaleras móviles.
Todo esto, acompañado de constantes referencias y mensajes a la situación política y social de diversos rincones del mundo, con menciones especiales a Amnistía Internacional, Irán, Burma y Nelson Mandela.
Los guiños a Chile tampoco estuvieron ausentes. Además de los saludos al amigo chileno de la banda, René Catro –presente en el estadio-, los irlandeses le dedicaron "Pride (in the name of love)" a Víctor Jara e invitaron a la propia Francisca Valenzuela a escena, quien cantó "One tree hill" abrazada a Bono.
El momento cúlmine de la comunión entre el vocalista y sus fans locales llegó justo después, cuando subió al escenario a una joven del público para cantarle "In a little while" recostado en su falda.
Para el cierre, que incluyó dos bis, U2 dejó parte de lo más granado de su repertorio. "One", "Where the streets have no name" y "With or without you" fueron coreadas por todos los presentes, además de "Hold me, thrill me, kiss me, kill me" y "Moment of surrender", que cerró las poco más de 2 horas del apoteósico y emotivo reencuentro de los irlandeses con su fanaticada chilena.
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