Películas que un celoso nunca debería ver

Quien haya leído Otelo de William Shakespeare sabe que los celos pueden ser prejudiciales para la salud, sin embargo, para delicia de millones de ávidos lectores también ha sido el tema de grandes obras. La viles palabras de Thiago envenenaron al príncipe Otelo hasta la destrucción de Desdémona, su amada. Alejandro Dumas los utilizó como una de las motivaciones de Edmund Dantés para vengarse de sus falsos acusadores y convertirse en El Conde de Montecristo. Fueron los celos que sentía por Fernando, su antiguo amigo quien mediante mentiras se había quedado con su adorada Mercedes, y su deseo de venganza lo que alimentó ese fantástico personaje. Similar fue la historia de Heathcliff y Cathy en Cumbres Borrascosas. El nunca pudo superar el hecho de que ella se quedara con Edgar Lipton. Y, como suele suceder en estos casos, los celos nunca terminan bien.

El cine también tiene sus grandes ejemplos. A continuación una lista de películas que un celoso debería evitar (¡para no sugestionarse!).

Los abrazos rotos: toda la magia de Almodóvar para esta historia que reúne pasión, obsesión y culpa.

Abre los ojos: otra española con Penélope Cruz de protagonista. Además de los celos, la locura es protagonista.

Infidelidad: triángulo amoroso entre Richard Gere (a quien sólo en las películas pueden serle infiel), Diane Lane y Olivier Martinez.

Atracción fatal: del mismo director de la anterior, Adrian Lyne. Cómo olvidar la escena del conejo en la olla que destapa Michael Douglas.

Farinelli: dos hermanos que se celan mutuamente, una gran película belga, ganadora de importantes premios.

Gilda: un clásico, Rita Hayworth, Glen Ford y un amor prohibido, con mafiosos latinoamericanos de por medio.

Gladiador: Maximus tuvo la mala suerte de ser amado por las dos personas que Comodo más quería: su hermana y su padre.

Star Wars, La venganza de los Sith: Darth Vader, uno de los más importantes villanos de la historia se pasó al lado oscuro por causa de los celos.